Viento a favor en el Puerto de Motril La dársena de Motril ha abierto nuevas vías de negocio desde su independencia

En el verano de 2005 el Puerto de Motril logró su independencia, convirtiéndose en Autoridad Portuaria y dejando atrás el vivir al amparo de Almería. Era una reivindicación histórica y un logro que se vendió como un paso importante para el desarrollo de la Costa y la provincia. A partir de ahí, la dársena motrileña empezó una profunda transformación cuyos frutos llegaron con los años y aún continúan.
De dedicarse casi exclusivamente al transporte de mercancías, el Puerto motrileño ha pasado a ser escala de grandes cruceros y a tener una línea marítima de pasajeros con Melilla. Detrás de estos logros, de este resurgir de la infraestructura, hay, según los que la conocen, muchas horas de trabajo.
El Puerto de Motril, dependiente del transporte de combustibles, de cementos, supo -al verle las orejas a la crisis-, que había que espabilar y diversificar la actividad, llegar a otros campos por explorar. Un ejemplo: el reto de la Autoridad Portuaria era mover a lo largo de 2007 más de tres millones de toneladas. Una buena marca para celebrar el centenario. El ritmo creciente de los últimos años hacía pensar que era posible superar esta frontera. Sin embargo, la actividad del Puerto de Motril, en lugar de aumentar, lo que hizo ese año fue descender -una caída del 4,29%- y rompió con este traspiés una racha positiva. El retroceso no era abultado, pero era un retroceso. Había que reaccionar.
En 2008, nació Motrilport y con ella una agrupación para la promoción del Puerto, que cambió la forma de vender la dársena motrileña de puertas para fuera. A partir de ahí empezaron a llegar las novedades, los esperados cambios. «Estos últimos años han supuesto una época de profundos e importantes cambios en la configuración del Puerto y en su actividad. El duro trabajo desempeñado por todos y cada uno de los integrantes de la Autoridad Portuaria ha servido para crear una sólida estructura con un mismo objetivo: conseguir que el Puerto de Motril sea el núcleo de la actividad económica de la provincia de Granada y de su zona de influencia, en un marco de innovación y sostenibilidad», resume el presidente de la Autoridad Portuaria, Ángel Díaz Sol.
Más conexiones
El último hito ha sido la creación de una línea marítima regular de pasajeros con Melilla, tras un intento frustrado hace unos años. A los pocos días de estar funcionando -comenzó a principios de julio- colgó el cartel de ‘no hay pasajes’. Las familias de origen magrebí, por ejemplo, no tardaron en descubrir en plena ‘operación salida’ el nuevo ferry que ofrece unos precios mucho más competitivos que los servicios similares que existen desde Málaga o Almería. «Esta línea se configurará en un futuro no muy lejano, como elemento fundamental en las relaciones entre la Península y la ciudad autónoma», apunta Díaz Sol, que explica que siguiendo con esta misma filosofía el interés del Puerto por el acercamiento hacia futuras conexiones con Marruecos ha desembocado en un estudio de viabilidad de líneas, «que en común con la Agencia Nacional de Puertos de Marruecos nos darán las líneas maestras que debemos seguir para hacerlas una realidad», según señala el responsable del Puerto motrileño.
En cuanto al transporte de mercancías, el Puerto ha trabajado en ampliar el tipo de productos y en crear una línea de contenedores operada por la naviera OPDR, que se convirtió -en 2009- en la primera línea regular del Puerto de Motril, con conexiones semanales con las dársenas de Felixtowe (Reino Unido), Rotterdam (Países Bajos) y Hamburgo (Alemania). «Las cifras nos hacen ser optimistas. Creemos que el futuro del Puerto pasa por el camión, por ello la apuesta por los transportes Ro-Ro y ferries será importante», explica Francisco González-Méndez, director del Puerto.
Pero sin duda, los mayores cambios, la verdadera revolución, ha llegado en materia turística. El Puerto ha pasado de recibir la visita de cruceros de 100 pasajeros, 200 o 300 a ver en su muelle cruceros con 900 pasajeros. La dársena motrileña tiene previsto recibir a lo largo de 2011 casi 12.800 cruceristas, es decir, casi multiplicar por cinco las cifras del pasado año (2.742). «Nuestro objetivo para 2020 es alcanzar los 50.000 pasajeros; sin duda estamos haciendo los deberes», subraya Díaz Sol. Para el año que viene hay cerrados trece cruceros que traerán alrededor de 7.000 pasajeros. Algunas grandes embarcaciones repiten la escala que han hecho este año. Hasta noviembre o diciembre no se sabrá la cifra exacta de los cruceristas de 2012, que podrían llegar hasta los 10.000, según estimaron desde la Autoridad Portuaria a principios de verano
Fuente: Ideal (30/08/2011)