Una granadina consigue un premio a la innovación que ya tiene el creador de Facebook
Elena Benavides ha ideado un tratamiento contra las varices y hemorroides a base de espuma y sin necesidad de operación quirúrgica y ha conseguido un importante premio.
Se trata de un premio internacional a la innovación y lo da todos los años el Instituto Tecnológico de Massachussetts. Un premio muy prestigioso que ya obtuvieron en sus primeras convocatorias Mark Zuckerberg, creador de la red social Facebook, y Sergey Brin, uno de los fundadores de Google. Quien lo ha obtenido en esta ocasión son diez jóvenes españoles entre los 19 y los 35 años, la granadina Elena Benavides entre ellos. Su aportación es innovadora y muy prometedora para aquellos enfermos que padecen varices, úlceras, malformaciones vasculares o hemorroides.
Ella, economista de formación y especialista en Economía de la Salud y Gestión de Organizaciones Sanitarias, es gerente del Instituto Internacional de Flebología Cabrera, una empresa granadina que se dedica a la investigación y desarrollo de servicios médicos para patología venosa. «Nuestro tratamiento es revolucionario e implica que los médicos tengan que ‘desaprender’ porque permite inyectar espuma directamente en la vena, sin producir embolismos en el cien por cien de los casos. Hemos conseguido cambiar una operación de varias horas de quirófano con una recuperación de semanas, por una inyección en un acto similar a ir a un dentista», dice Elena Benavides.
Elena ha estado recientemente en Boston, donde recibió el premio, que ha sido otorgado al modelo de gestión que ha desarrollado su empresa basado en modelos sanitarios públicos, privados y mixtos con el objetivo final de que las innovaciones en sanidad lleguen realmente al paciente. «Porque en este sector especialmente, la innovación no tiene sentido si con ellas no se llega a la innovación final», dice Elena. Con este tratamiento, que consiste en inyectar microespuma esclerosante sobre las zonas afectadas por varices, malformaciones vasculares o hemorroides, se consigue que el paciente no tenga que pasar por el quirófano. «Y seguimos investigando. Actualmente tenemos en desarrollo tratamientos para el varicocele (principal causa de infertilidad masculina), antitumorales y terapia génica. Y siempre sin perder de vista el objetivo final: el paciente».
El tratamiento
Para Elena Benavides, el tratamiento que lleva a cabo su empresa puede mejorar la vida de muchas personas. La microespuma esclerosante es una mezcla de gas en forma de burbujas minúsculas y líquido con propiedades tensoactivas que, al ser inyectada en la vena, desplaza la sangre y entra en contacto directo con el endotelio (la cubierta del vaso sanguíneo).
«Cuando una enfermedad es crónica condiciona el día a día de los que la sufren, impidiéndoles dar un paseo con su hijo, dormir en la misma cama que tu marido, o ir a la playa… Cuando, además, estas enfermedades afectan a 4.000 millones de personas en el mundo sus consecuencias son muy grandes en la calidad de vida de las personas», comenta. «Tratamos enfermedades que afectan, en conjunto, a un 60% de la población que en su mayoría no son mortales, pero disminuyen mucho la calidad de vida del paciente y que no tenían más alternativa de tratamiento que la cirugía, por lo que se convertían en enfermedades crónicas».
La firma en la que trabaja Elena ya cuenta con dos clínicas en Granada, una en Barcelona, otra en La Coruña y dos acuerdos con la Clínica Universitaria de Navarra para Pamplona y Madrid. «Lo más difícil es conseguir financiación para la implantación del proyecto. Para que sea un éxito necesitamos trabajar con la sanidad pública», opina. Pero cree que por ahorros para el sistema y comodidad para el paciente interesará este tratamiento.
El jurado ha valorado el «gran potencial en la aplicación de la teoría a la práctica», en un campo que supone mejoras en el bienestar para «3.000 millones de personas en el mundo» y «un mercado global por valor de más de 300.000 millones de dólares».
Fuente: Ideal (5/12/2011)