Una firma holandesa explotará las Minas de Alquife

El objetivo es que la mina esté en funcionamiento durante al menos entre 15 y 20 años y que produzca anualmente cuatro millones de toneladas de mineral de hierro.

Una firma holandesa con capital alemán, ‘Minas de Alquife Holding’, ha adquirido la gran mayoría de los derechos de explotación de las Minas de Alquife para recuperar el uso tradicional de las instalaciones, que permanecen en desuso desde 1996, pero que fueron durante los siglos XIX y XX el mayor centro productor y exportador de hierro de España.

En una entrevista con Europa Press, el consejero delegado de la empresa, Holger Denicke, ha explicado que el holding posee el 92 por ciento de los derechos de explotación, después de habérselos comprado a los antiguos mineros y actualmente está en conversaciones con los trabajadores que poseen el ocho por ciento restante.

La intención de la compañía, puesta en marcha por una familia alemana, es que las minas comiencen a funcionar de nuevo en la extracción de mineral de hierro –hematites-oligisto– en un periodo aproximado de cuatro años, aunque los plazos dependerán mucho de las administraciones que tienen que conceder los correspondientes permisos para el inicio de las actividades.

El cálculo de la empresa, que ahora trabaja en el proyecto de previabilidad, es que las minas puedan dar trabajo directo a 200 ó 300 personas y generar entre 800 y 1.000 empleos más indirectos. En primer lugar, según Denicke, primarán los trabajadores de la zona, del Marquesado del Zenete, incluidos aquellos que ya eran empleados en la mina y que estén aún en activo.

El director del proyecto, el geólogo Luis Carlos Pérez García, ha indicado que el objetivo es que las minas estén operativas durante al menos entre 15 y 20 años y que produzcan al año unos cuatro millones de mineral de hierro, que se destinarían a la industria del acero. El mineral es ahora mucho más rentable que cuando la mina cerró, y tiene actualmente un precio ocho veces mayor a entonces, por lo que, en principio, no se duda de sus posibilidades.

Pérez García incide en que la idea de la empresa es recuperar el proyecto «excelente» que en su día puso en marcha la Compañía Andaluza de Minas (CAM), respetando así «lo que han hecho los anteriores», aunque adaptando las técnicas al día de hoy.

‘Minas de Alquife Holding’ está actualmente calculando los costes de producción y la inversión que será necesaria para el reinicio de la actividad en las minas, de las que no se podrá aprovechar la maquinaria existente por obsoleta.

Según la empresa, la situación actual del pueblo minero que existe alrededor–que incluye una iglesia y un colegio– es «de ruina», de manera que su restauración dependerá de si existe o no mineral en su subsuelo. En cualquier caso, incide Pérez García, el pueblo de Alquife está muy próximo, de manera que los futuros trabajadores no necesitarían una vivienda justo donde se encuentran las minas.

«Los poblados mineros como tales tienen utilidad cuando la mina está en lugares remotos o de difícil comunicación, que no es este caso en la actualidad», explica el director del proyecto. Lo que sí se podrá aprovechar, según el consejero delegado de la empresa, son las vías del tren, que llegaba hasta las minas y se dirigía a Almería, aunque habrá de recuperarse la línea.

Las minas están actualmente inundadas por agua, por lo que la empresa deberá consensuar con Medio Ambiente cómo extraerla y devolver el caudal al terreno. Según Pérez García, el agua podría devolverse de dos formas: por superficie, como antes se hacía, o por recarga de los acuíferos, extremos que deberá determinar la administración competente.

Las Minas de Alquife, declaradas en julio de 2010 por la Junta de Andalucía como Bien de interés Cultural (BIC) con la tipología de Lugar de Interés Industrial, fueron el mayor centro productor y exportador de hierro en España durante los siglos XIX y XX.

Hasta el cese de su actividad en 1996, acumularon durante casi dos siglos un amplio patrimonio de equipamientos técnicos de explotación, tratamiento y almacenamiento, así como una infraestructura de transporte que incluía una línea ferroviaria hacia el cargadero de Almería.

A todo ello se sumó la red de suministro eléctrico que llevó la luz a la comarca del Marquesado de Zenete y que estaba integrada por distintas fábricas. De ellas, sólo se ha conservado la conocida como Casa de Máquinas del Salto de Agua.

Las minas contaban con instalaciones industriales, cargaderos de mineral, puentes de hierro y vías de ferrocarril, además del conjunto de explotaciones. El área se completaba con una zona residencial para los trabajadores, denominada Poblado de Los Pozos; espacios de carácter social, y edificios auxiliares de tratamiento y almacenamiento.

De todo este patrimonio técnico-industrial, los elementos mejor conservados son la planta de tratamiento de residuos cribados de medio denso, el cargadero de mineral, el trazado de la línea ferroviaria y la subestación eléctrica Casa de Máquinas, aunque, según la empresa, todo ha quedado obsoleto.

Por su interés tecnológico, destaca también la acopiadora o cinta transportadora, una de las piezas de más envergadura del conjunto. Instalada en la década de los 60 del pasado siglo, su función era la de homogeneizar a lo largo de todo el parque construido a ese efecto el mineral extraído para su posterior carga en el ferrocarril.

El patrimonio de las antiguas Minas de Alquife se completa con otros elementos en peor estado de conservación, localizados fundamentalmente junto a la cantera abierta en 1966. Entre ellos figuran los restos de diversos talleres mecánicos, un almacén de equipo de sondeos, un economato, una panadería y una fábrica de briquetas.

Fuente: La Opinión de Granada (25/09/2011)