Una empresa de Granada diseña un plástico a base de moléculas de ajo

La empresa granadina Domca ha diseñado un plástico con moléculas de ajo que permite conservar los vegetales frescos durante más tiempo, en el marco del proyecto europeo PLA4food (Active Multilayer Packaging based on Optimized PLA formulations for Minimally Processed Vegetables and Fruits)

La finalidad de esta investigación es desarrollar un envase activo y biodegradable para productos alimentarios recién cortados elaborado con un plástico termoformado y multicapa basado en materiales renovables que minimiza las actuales limitaciones en cuanto a flexibilidad, propiedades de barrera y transparencia del envase. Las diferentes formulaciones en cada capa logran una mejor relación coste-beneficio y un rendimiento óptimo del envase activo mediante el control del espesor y cristalinidad de cada capa.

Mejor conservación

Como han demostrado los expertos, estos aditivos mejoran las propiedades del producto, ya que aumentan el tiempo de conservación y la seguridad frente a posibles microorganismos alterantes y patógenos. Asimismo, evitan el proceso de oxidación de las frutas y verduras. «El aumento de esta vida útil en cualquiera de los productos alimenticios a los que está destinado el envase, supondría ventajas económicas para el mercado, así como un valor añadido al producto final en cuanto a seguridad alimentaria», explica Cristina Núñez, responsable de Gestión de Proyectos I+D+i de Domca.

En concreto, la empresa Domca proporciona los aditivos procedentes del ajo. «Se trata de unos determinados aditivos con propiedades antimicrobianas y antifúngicas, es decir, combaten las bacterias y mohos que pueden surgir en los vegetales y que provocan enfermedades como la salmonelosis», asegura Núñez. Esto supone un nuevo mercado para los aditivos de origen natural que, hasta el momento, sólo se han comercializado como conservantes o aditivos antimicrobianos en recubrimientos, o directamente en los alimentos.

El principal inconveniente hasta el momento de los aditivos procedentes de las alíceas es su inconfundible olor. Por ello, desde el comienzo del proyecto, el desarrollo del envase se ha diseñado teniendo en cuenta la microencapsulación: los aditivos se incorporan en pequeñas cápsulas que se insertan en los poros de la capa del plástico. Asimismo, «esta técnica resulta imprescindible para proteger a los aditivos activos de las condiciones de procesamiento y mantener la tasa de migración de los mismos desde el envase al alimento», asegura Núñez.

Participantes

El estudio, que ha tenido una duración total de 30 meses, forma parte de un consorcio internacional de empresas del que forma parte Domca, dedicado al desarrollo y fabricación de una amplia gama de compuestos e ingredientes destinados a la industria alimentaria.

Por otro lado, Domca también ha participado en Plasticons, un proyecto recientemente finalizado de cooperación tecnológica entre pymes dentro del Fondo Tecnológico gestionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) y que ha tenido como objetivo general la investigación de los diferentes eslabones de la cadena de producción de sistemas de envases activos.

Fuente: El Economista