Un hotel de Loja reduce su consumo energético gracias a los huesos de aceituna El hotel La Bobadilla sustituye el gas propano por la combustión del hueso para la calefacción central y sanitaria del complejo
Un hotel de Loja ha reducido en un 90% la emisión de CO2 a la atmósfera y el consumo energético con la puesta en marcha desde hace dos años de una planta de biomasa pionera que funciona a partir de huesos de aceituna.
Con esta iniciativa, el hotel La Bobadilla, de cinco estrellas, ha reducido en un 45% los costes energéticos al sustituir el gas propano por la combustión de hueso de aceituna para agua sanitaria, calefacción así como el conjunto de piscinas climatizadas.
La peculiaridad de esta planta es que se abastece de hueso de aceituna procedente de la finca de olivar donde se localiza el complejo de lujo, que cuenta con una extensión de más de 300 hectáreas, entre olivar y bosque mediterráneo.
El director del hotel, Enrique Castellanos, ha explicado que sólo el pasado año las dos calderas de la planta consumieron un total de 20.000 kilogramos de hueso de aceituna.
«El hotel ha iniciado el cambio de luminarias por otras de bajo consumo, el reciclado de envases, además de la utilización de productos biológicos que evitan la contaminación de los ríos y arroyos de la zona, donde se ubica una estación depuradora de aguas residuales», ha destacado.
De hecho, este «ecohotel» apagará este próximo fin de semana todas sus luces con el objetivo de reducir la contaminación lumínica, de modo que además sus huéspedes puedan disfrutar de las lluvias de estrellas Perseidas conocidas como «lágrimas de San Lorenzo».
El hotel, que cuenta con 70 habitaciones dobles, un restaurante de cinco tenedores, ha sido reconocido con la «Q» de Calidad Turística además de otras distinciones europeas como un reciente premio al mejor director de un hotel europeo en época de crisis.
La Bobadilla, conocido por oficiar bodas niponas desde 1996, se codea además con otros exuberantes destinos como pueden ser Hawai o Canadá.
Tal ha sido el éxito de este tipo de celebraciones que se han convertido en el producto estrella de los operadores turísticos japoneses; de hecho La Bobadilla celebró el año pasado 80 bodas.
La ceremonia religiosa, que carece de validez legal, se oficia en la capilla de inspiración mudéjar con que cuenta el complejo.
Entre las peculiaridades de este evento, la organización del hotel agasaja al cortejo nupcial con una exótica ceremonia salpicada de flamenco, música de órgano y cetrería para concluir con la plantación de un olivo, símbolo de su paso por el enclave.
Fuente: La Opinión de Granada (12/08/2011)