Sierra Nevada sigue apostando por el esquí nocturno

Sierra Nevada fue en la temporada 1994-95 la primera estación del país en apostar por el esquí nocturno, una opción que este año se repite dos noches semanales y que ofrece un descenso por la nieve con la sensación de deslizarse bajo las estrellas en pistas recién pisadas y sin ‘atascos’.

Más de medio millar de personas inauguraron el pasado 20 de diciembre la temporada de esquí nocturno de Sierra Nevada, una clara apuesta de la estación granadina que este año duplica la oferta con dos noches semanales de actividad y hasta casi seis kilómetros de zona esquiable.

Granada fue pionera en eso de deslizarse a la luz de la luna y lanzó hace dos décadas la posibilidad de esquiar tras la puesta de sol como ofrecían las grandes estaciones de Europa y Estados Unidos.

«Lo bonito es que la gente se lo toma como una aventura y no como un deporte y todo es más relajado, te paras por un momento a contemplar las estrellas y todo es más tranquilo, más real», ha detallado a Efe Paz Jódar, esquiadora y asidua a las estaciones como responsable de una productora especializada en esquí y propietaria de una empresa que personaliza material para este deporte.

La estación invernal granadina ha inaugurado este año la iluminación nocturna en la pista Maribel, que se suma a la de El Río para ofrecer a los intrépidos 5,8 kilómetros de esquí cerca de las estrellas.

Tan cerca como queda el firmamento desde los 3.258 metros de altura de la pista de El Río, «lo que acentúa la sensación de libertad, porque esquias de manera más relajada, todo bien iluminado y colores muy cálidos», ha apuntado Jódar, que resalta «lo cerca y lo bien que se ven las estrellas».

Entre descenso y descenso, los usuarios de este programa -cuyo número se ha incrementado año tras año desde su puesta en funcionamiento- disfrutan del firmamento al llegar a la cima desde el telecabina Al-Andalus, una zona con poca contaminación lumínica que acerca el cielo.

«Lo que más impresiona es la tranquilidad, porque aunque no es una práctica minoritaria, sí hay menos saturación», ha apuntado Guillermo Crovetto, de la Escuela Europea de Esquí de Sierra Nevada, que añade que «los ratos de espera entre el cierre oficial y el esquí nocturno son espectaculares».

Estos dos «adictos» al esquí nocturno coinciden en destacar una visibilidad «perfecta» y que el frío no se aprecia, ya que descienden por las colinas de Sierra Nevada con la misma temperatura que los esquiadores que lo hacen a las nueve de la mañana.

«Las sensaciones son más intensas porque vas por unas pistas recién pisadas, de una calidad perfecta que además facilita la práctica. Y te paras, y respiras, miras las estrellas y sigues. Incomparable», ha apuntado Crovetto.

Sierra Nevada complementa su esquí nocturno, que se desarrolla hasta las diez de la noche los jueves y sábados, con talleres de observación astronómica en Borreguiles para los que no se atrevan a deslizarse a oscuras. Otra opción, incluida en el paquete de productos NonStop de Cetursa, la empresa que gestiona la estación granadina, ofrece la posibilidad de esquiar por la Loma de Dílar antes de la apertura de la estación, a las 7.30 horas. Cambiar las estrellas por un amanecer, que este deporte también vive de sensaciones.

Fuente: La Razón (04/01/2015)