Ocho cada 10 startups se lanzan con el dinero de su fundador o su familia El 19% de emprendedores destaca la inversión como primera necesidad.

Aunque España puede presumir de contar con emprendedores talentosos y con buenas ideas, la dificultad a la hora de acceder a la financiación sigue siendo uno de los principales obstáculos que se encuentran a la hora de poner en marcha sus proyectos. De hecho, según el Mapa del Emprendimiento 2017 elaborado por Spain Startup -a partir de una muestra de 1.585 proyectos de los 3.516 presentados a su competición de startups-, el 81% de los emprendedores españoles recurre a sus propios recursos o al dinero de familiares y amigos para lanzar su iniciativa; una cifra cinco décimas por encima de la media europea. Además, disminuye el acceso a crédito bancario (de un 4 a un 2%), mientras que, por el contrario, aumentan ligeramente los emprendedores que recurren a fondos privados (pasando de un 14 a un 15%), así como a la vía de financiación conocida como crowdfunding -se trata de una cooperación económica entre un grupo de personas para apoyar un proyecto concreto-, que crece de un 1 a un 2%.

Al hilo de lo anterior, María Benjumea, presidenta y fundadora de Spain Startup -entidad que gestiona el evento South Summit, que tendrá lugar en Madrid del 4 al 6 de octubre y que, entre otros aspectos, busca atraer innovación y emprendimiento a España- señaló este miércoles durante la presentación del citado informe que «es muy bueno que el emprendedor se moje en su proyecto y que aporte financiación propia a su iniciativa, porque es la mejor forma de credibilidad que tiene. Pero el ecosistema emprendedor en España se tiene que profesionalizar en múltiples aspectos; uno de ellos, la financiación». Asimismo, añadió que «en países como Reino Unido o Estados Unidos, esta situación no tiene nada que ver, es decir, este panorama está mucho más sofisticado. La buena noticia es que el cambio de España está siendo muy interesante, hay dinero y además también hay vehículos de cofinanciación público-privada que realmente están haciendo que se multiplique el dinero».

Sin embargo, aquellos emprendedores que sí demandan financiación solicitan cantidades que oscilan entre 100.000 y 500.000 euros en el 43% de los casos, un porcentaje que se mantiene sin muchos cambios con respecto a los años anteriores; seguido por el tramo entre 50.000 y 100.000 euros, solicitado en el 16% de los casos.

Por todo ello, resulta comprensible que ante la cuestión ¿Qué busca su startup?, el 19% de ellas reconozca que necesita inversión, seguido muy de cerca de visibilidad (18%), acuerdos estratégicos (17%), clientes (15%) y talento (10%).

Un patrón que se repite

Al igual que muestran los anteriores estudios Mapa del Emprendimiento, el emprendedor español es en su gran mayoría hombre -82% frente a un 18% de mujeres-, con una edad comprendida entre 25 y 34 años, en el 40% de los casos, y con formación universitaria, principalmente ingeniero y de la rama de ciencias sociales.

Además, el emprendedor español cuenta, asimismo, con una sólida trayectoria profesional antes de poner en marcha su proyecto, pues el 57% de ellos tenía un empleo cuando decidió lanzarse a montar su propio proyecto, desplazando de este modo cada vez más la asociación de situación de desempleo y emprendimiento.

Asimismo, la presente edición del Mapa del Emprendimiento hace especial hincapié en el concepto de emprendedor en serie, es decir, aquel que monta más de una startup. Así, el 48% de ellos es recurrente, 11 décimas más que en el año 2014. Por su parte, dos de cada diez han lanzado una startup antes; el 14% ha puesto en marcha dos iniciativas previamente; y el 7%, tres. Profundizando más en este perfil de empresario, el estudio destaca que tres de cada diez vendieron su startup mientras que el 26% de ellos continúa en ella. Además, se percibe una tendencia decreciente en lo relativo al fracaso de los proyectos, ya que el 54% de los que lanzaron antes un negocio reconoce que fracasó, frente al 20% de los que pusieron en marcha más de cuatro startups.

Por último, con respecto a las emprendedoras españolas, aunque son minoría, los proyectos que lideran fallan menos que los de los hombres (27% frente a un 59 en el caso de la figura masculina). En relación con ello, Benjumea reconoció el miércoles que «la mujer es más conservadora a la hora de desarrollar su iniciativa, sin embargo, sus proyectos tienen más tiempo de vida y hay más garantías de que salgan para adelante. No obstante, en determinados puntos es más osada que el hombre y pide más financiación que él, por tanto, no es un tema de conservadurismo; es una cuestión de que la mujer se lo crea, y ello es labor de toda la sociedad».

Fuente: El Economista