Negocios con filón: la moda de lo ‘retro’

La oferta de productos ‘antiguos’ se diversifica y amplia situándose como un nicho de mercado interesante para emprendedores nostálgicos que buscan el encanto de antaño.

Restauración, motor, fotografía, moda, decoración, hostelería, y un largo etcétera de sectores se suman cada vez más al carro de la estética retro, una tendencia basada en productos que presentan una imagen antigua, pero que con la actual fabricación en serie se han convertido en auténticas joyas y artículos codiciados por los más nostálgicos, ya que ofrecen singularidad y exclusividad a sus clientes.

Una estética que encandila tanto a nostálgicos como a empresas, como es el caso de los Cuadernos Rubio, que al observar la demanda actual del mercado en este tipo de productos, han decidido sumarse a esta tendencia a través de su nueva línea La nostra llengua, creando unos diseños de portada que recuperan esta esencia clásica en los cuadernos RubioMayúscula y Rubio in English.

Un carro al que algunos sectores ya se sumaron hace unos años. En el caso del mercado automovilístico, varias compañías han decidido revivir a algunos clásicos de la carretera: BMW con su renovada versión del Mini, Fiat con su interpretación del clásico 500, o incluso la restauración que Volkswagen le hizo al conocido New Beetle.

Para pequeñas empresas

Esta visión no solo está siendo explotada por las grandes empresas, sino que los pequeños comerciantes, conscientes del tirón que ofrece, también se han querido sumar a la moda de lo retro.

David Natal, gerente de Vintage Tours, reconoce que decidió montar su empresa «a raíz de un viaje a Tailandia donde encontré una furgoneta VW T1 funcionando como puesto de bebidas y helados en plena calle. Se nos ocurrió comprar una VW T2 para usarla como oficina de ventas del stand en las múltiples ferias del automóvil en las que participamos durante el año. Tuvo tanto éxito que ahí comenzó todo» explica.

De ahí que decidieran montar Vintage Tours, una empresa especializada en alquiler de vehículos antiguos para eventos especiales que comenzó a funcionar en noviembre de 2010.

A partir de 360 euros se pueden contratar los servicios de alquiler de alguno de los vehículos con los que cuenta la empresa valenciana, que tiene mayor demanda «para bodas y aniversarios, aunque contamos con clientes que solicitan nuestros servicios para despedidas de solteras» aclara Natal. El negocio cuenta con una flota de tres furgonetas: «Katmandú, de estilo hippie; La Poderosa, más surfera; y la que llamamos Margharet, que es la más elegante, aunque también estamos restaurando algunos vehículos más pequeños como un Citroën 2cv y un Seat 600 que harán servicios para eventos de menos personas, como cenas románticas» explica.

Ante el éxito del modelo, la empresa espera expandirse a modo de franquicia en Barcelona y Madrid, «donde tenemos mucha demanda», aunque tampoco descartan la apertura del negocio en otras ciudades para aprovechar el tirón generado por la moda de lo retro y la vuelta a productos descatalogados que triunfaron en el pasado.

Prendas de otra época

La moda siempre vuelve. Por eso, éste es uno de los sectores que cuentan con mayores posibilidades dentro del campo de los artículos vintage, un estilo que Charlotta Lind, diseñadora y propietaria de Lotta Vintage diferencia de lo retro.

«Los artículos vintage son originales de la época, y por tanto, no pueden tener producción, mientras lo retro pueden ser prendas actuales que tengan un diseño clásico», explica.

La empresaria afirma que «hay un creciente interés en este tipo de productos a pesar de la crisis». Las razones fundamentales por las que cree que tienen tanto éxito se debe a la exclusividad y la calidad que presentan este tipo de artículos.

«Con la crisis, la gente tiene menos dinero para consumir, pero aquí ofrecemos prendas únicas y de muy buena calidad, porque antes las cosas se confeccionaban de otra forma; y además, a un precio muy barato», aclara.

Su pasión por la ropa de los años 50, 60 y 70 le llevó a estudiar diseño y a montar hace una década su primer negocio de estilo vintage llamado Marmota ubicado en el rastro de Madrid. «El negocio tenía cosas vintage pero con menos elección, era más de segunda mano» relata.

En busca de proveedores

En 2003 decidió abrir Lotta Vintage, una tienda especializada en este tipo de prendas, en la que ofrece ropa, accesorios, bisutería y complementos de los 60, 70 y 80 para mujer, con precios que oscilan desde los 18 hasta los 98 euros.

Vestidos, accesorios y abrigos son los productos que tienen más éxito en su negocio, que según Lind cuentan con»mucha presencia de clientas jóvenes, aunque abarcamos a un público muy amplio». Entre sus observaciones, la propietaria admite que existe una relación entre la edad del cliente y el tipo de artículos que prefiere. «Es curioso comprobar que las chicas de entre 18 y 25 años optan por prendas de los años 70 y 80, mientras las mujeres más mayores se decantan por las de los años 60», añade.

A la hora de proveerse de mercancía, la emprendedora reconoce que «cada vez es más difícil encontrar productos de este tipo porque no tienen producción». Sin embargo, su experiencia de más de 20 años en el sector le facilita la búsqueda.

«No compro a particulares. Viajo a países como Bélgica, Francia y Suecia para encontrar prendas y además, como llevo años en el negocio, tengo muchos contactos allí de almacenes y tiendas, donde compro pieza a pieza», explica.

Aficiones de antaño

Al igual que Lind, César Serrano y Fernando Otto comenzaron como empresarios «por retomar la afición que teníamos de pequeños con las bicicletas», declara Serrano. » Mi socio y yo empezamos a hacer estos vehículos cada uno en su casa. El proceso nos pareció divertido, y pensamos que sería una buena manera de sacarle provecho» dice.

Por eso fundaron Acero Recycling bycicles, una plataforma online que realiza bicicletas en Madrid con un halo antiguo. «Una práctica que ahora está de moda», según el propietario.

«Vemos una tendencia creciente en el uso de la bici y en los modelos con una estética antigua, y las grandes empresas se han dado cuenta de ello. Por eso, Ralph Lauren ha sacado una bicicleta de piñón fijo, o Levi´s unos pantalones de mensajero para los amantes del ciclismo» explica.

Además del diseño, una de las características que presentan estos vehículos clásicos es que no tienen marchas ni poseen punto muerto. «Los vehículos de piñón fijo no llevan velocidades y frenan a contrapedal» aclara Serrano.

«Empezamos con este tipo de bicis, pero fuimos adquiriendo polivalencia y actualmente no nos cerramos a nada» comenta.

El negocio, que gestiona las peticiones a través de su página web, se encarga tanto de la fabricación desde cero de bicicletas por encargo, como de la remodelación, o el aprovisionamiento de piezas clásicas a sus clientes, que son «difíciles de conseguir incluso contando con proveedores».

La única condición es que los encargos sean a partir de 400 euros, » No solemos hacerlos de un importe menor, aunque tenemos un abanico muy amplio de precios» explica. Su fabricación tarda entre un mes y dos meses y medio «dependiendo de si requiere un trabajo de pintura entre medias, servicio que tenemos externalizado a una empresa que pinta las bicicletas de los equipos de ciclismo» aclara.

Decoración tradicional

Otro portal web que se ha decantado por este nicho de mercado es Decoración Claire, una empresa de reciente creación formada por dos amantes de la decoración, que se dedica a la venta online de muebles y objetos de decoración tanto a particulares como a empresas. «La página web la creamos en julio del año pasado y comenzamos nuestra actividad en diciembre, y la verdad es que el negocio está funcionando bastante bien», explica Florentino de Hoyos, gerente del portal.

En su web se encuentran tanto artículos de estilo colonial, como modernistas o rústicos, aunque son los objetos de estilo vintage los que priman entre sus productos. Una variedad con precios que van desde los 15 hasta los 800 euros.

«Vendemos muebles o mobiliario auxiliar, como estanterías, mesas de salón, sillas, mesitas de noche… aunque lo que más éxito tiene entre nuestros consumidores son los artículos de decoración», comenta.

La idea de montar el negocio surgió de la pasión por esta actividad. «Decidimos montar la empresa a raíz de nuestra afición. A ambos nos gustaba mucho el mundo del interiorismo. Mi socia es una entendida en este campo, sabe diferenciar la calidad de los muebles y además, tiene un gran sentido estético», explica.

Ferias comerciales

De Hoyos también encuentra dificultades de cara a proveerse de artículos, así que acude al mercado francés. «Los productos son mayoritariamente franceses, aunque también hay algunos en España. Para localizarlos, contactamos con proveedores de allí y de Alemania, donde además, hemos acudido a ferias», aclara.

Para el propietario, el sector vintage presenta una clara ventaja frente a otros. «Es un negocio que no está saturado». Sin embargo, asegura que esto fomenta el aumento de los precios en estos productos. «Por eso hemos optado por abaratar mucho los costes, lo que ha sido posible al no tener que soportar los gastos de una tienda física. Además, ofrecemos muchas promociones o descuentos a nuestros usuarios solo por su suscripción», explica sobre un nicho que aún tienen recorrido en el mercado.

Fuente: El Economista