Las empresas de Granada certifican ante notario sus pérdidas por la crisis del pepino

Los productores de la Costa se preparan para presentar una demanda y la CGE exige al Gobierno que pida indemnizaciones.

Alguien tendrá que responder del golpe al sector agrícola. Esa es la intención de Ecohal Andalucía, organización que engloba a las principales empresas privadas del oriente andaluz y cuyo gerente, el motrileño Alfonso Zamora, animó a sus empresas a planificar la cuantificación económica de los daños. Los técnicos verán las fincas y los agricultores tendrán que preparar una declaración jurada donde especifiquen si han arrancado ya algunas matas. Si es así tendrán que adjuntar los justificantes de las plantas de reciclado donde se han llevado los residuos, los quilos o la fecha de entrada de producto.

Las empresas también van a recurrir a notarios para certificar las pérdidas de cara a un procedimiento judicial en Alemania que está servido.

En Granada, el presidente de la Confederación de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, exigió ayer al Gobierno que reclame indemnizaciones. El III Congreso Andaluz de Seguridad Alimentaria y Nutrición fue ayer el marco para informar de la crisis del pepino. Cuerva, junto al subdirector general de Protección de la Salud de la Junta, José Antonio Conejo, y el adjunto al secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Antonio Moya, calificó de «lamentable» la situación por la que está atravesando la actividad agraria en España y, sobre todo, en Andalucía. «El Gobierno debe depurar responsabilidades y pedir indemnizaciones, de forma inmediata, a Alemania», recalcó Cuerva, a la vez que señalaba la importancia que tiene para la economía de la provincia el sector agroalimentario, ya que existen 650 empresas dedicadas a él, que suponen el 14 por ciento del PIB granadino.

«Esto no puede continuar así, millones de euros se quedan bloqueados a diario porque no se les da salida a este tipo de productos», precisó el presidente de la CGE. Opinión a la que se unió Antonio Moya. «La gestión de las administraciones alemanas en cuanto a algo tan delicado como el manejo de la información, ha sido muy deficiente, motivo por el que la UE debe poner en marcha mecanismos para que estas empresas puedan continuar adelante», declaró Moya.

Alimentos «vivos»

Por su parte, el subdirector general de Protección de la Salud de la consejería de Salud de la Junta, José Antonio Conejo, corroboró esa idea de que las empresas andaluzas cumplen «escrupulosamente» con la seguridad alimenticia. «Aspiramos a trabajar con riesgo cero, pero los alimentos con los que trabajamos son productos vivos, por lo que es inevitable que, a veces, surja algo de lo que no se tiene conocimiento, en este caso, la bacteria de ‘E. coli’ en los pepinos, o en su día con las vacas locas», afirmó. De igual modo, destacó que aunque los pepinos españoles «no son los responsables» de las muertes en Alemania, «es preciso clarificar por qué hay gente que ha enfermado».

«Lo más importante es solucionar este tema, para ello y para establecer una alerta de forma responsable los países de la UE están sujetos a unos mecanismos de actuación que permiten saber qué hacer y cómo hacerlo», manifestó Conejo a la vez que hacía hincapié en que no cree necesaria una campaña en Andalucía para incentivar el consumo de pepinos de la tierra porque «no se ha notado un rechazo hacia el producto».

Fuente: Ideal (03/06/2011)