La Vega de Granada comercializa el espárrago más caro del mundo

Los más de doscientos productores de la Vega de Granada que comercializan sus producciones de espárragos verdes a través de la cooperativa y conservera Agroláchar, han conseguido introducir un exquisito tipo de espárrago, llamado ‘cabello de ángel’, en determinados centros culinarios y restaurantes de cocina de autor. El kilo de este tipo de espárrago, al que una vez cocinado también se le ha comenzado a llamar ‘chanquete verde de la Vega de Granada’, alcanza una media de 25 euros y se comercializa en pequeños envases de 200 gramos de peso, valorados en cinco euros.

Según indicó a IDEAL Alejandro Cuesta, presidente del ente cooperativo de la Vega granadina, el alto precio del kilo de estos finos y selectos espárragos verdes se debe a que para reunir la cantidad de doscientos gramos, hacen falta un total de cuatro toneladas y, entre estos miles de espárragos, de forma manual, escoger uno a uno, los llamados ‘cabello de ángel’ en su punto, tiernos y crujientes a la vez.

Según Cuesta, estos espárragos, considerados por los agricultores de la Vega de Granada como los más «caros del mundo» pues no hay otros que se vendan a 25 euros el kilo en ningún país, se producen en poblaciones como Cijuela, Láchar, Pinos Puente y sus anejos, Santa Fe, Chauchina, Fuente Vaqueros, Chimeneas, Moraleda Vegas del Genil, y otros pueblos del área metropolitana.

Harina y aceite

Se cocinan, fundamentalmente, emborrizados en harina especial de trigo de primera clase y, una vez cortados en trozos de unos tres o cuatro centímetros, se fríen en aceite de oliva a alta temperatura. En unos segundos, se deben sacar para ponerles sal al gusto y ya están listos para disfrutar este sabroso manjar. Precisamente, por el emborrizado en harina y su fino tamaño, se le han comenzado a llamar ‘chanquetes verdes de la Vega de Granada’. En la actualidad, se venden por encargo ya que salen muy pocos gramos al día, y su coste de manipulación también es elevado. De todas formas, con este tipo de ayuda a la búsqueda de exquisiteces dentro de la cocina de autor española y andaluza, según asegura Alejandro Cuesta, no solo se ayuda a los profesionales o creadores del mundo gastronómico, sino que se potencian nuevas fórmulas de ayuda para comercializar productos agrarios producidos en Granada y, a su vez, los restaurantes amplían su oferta culinaria.

Fuente: Ideal (07/05/2012)