La granadina Ofiteca se mete en el ranking de las diez empresas que más crecen de España

Tres amigos ingenieros que siguen a pie de obra son el alma de este grupo de instalación y mantenimiento de edificios que ha doblado su facturación cada año desde que nació.

Que Granada aparezca en los diez primeros puestos de un ranking empresarial nacional no es precisamente habitual lo que le da más mérito a la hazaña del joven grupo Ofiteca, una empresa de proyectos de instalaciones y mantenimiento de edificios que acaba de meterse en el ‘top’ ten de las empresas que más crecen de España.

Ofiteca ha conquistado el octavo lugar del ranking de las denominadas ‘Empresas gacela’ que publica Iberinform, del grupo Crédito y Caución. Se trata un listado que esta sociedad de información empresarial elabora cruzando datos del Registro Mercantil y que ha identificado a las 834 compañías que más rápido crecen de España. Son empresas que tienen menos de cinco años de vida, se han agrandado más de un 20% en cada uno de los últimos tres ejercicios, tienen más de diez empleados y superan el medio millón de euros de facturación.PUBLICIDAD

Un ranking de las empresas que no corren sino vuelan y donde la granadina ocupa un destacado puesto gracias a sus cifras de vértigo. Grupo Ofiteca nació en el año 2012, aunque para el estudio de Iberinform han tomado como punto de partida la creación en 2015 de la filial Ofiteca Tecnology. Al principio los tres ingenieros socios, el jiennense Pedro Aranda, el onubense Federico Mesa y el granadino Manuel Romero, eran los jefes y los trabajadores. El primer año sacaron adelante tres proyectos con una facturación que no llegó a los cien mil euros.

Sedes en Granada y Sevilla

Además de mantener los pies en el suelo y concretamente en la obra, hay más factores que explican el rápido despegue de Ofiteca, entre ellos, que la crisis rompiera el mercado y se llevara por delante a muchas otras empresas de su sector. Hoy Ofiteca tiene en plantilla a veteranos profesionales que fueron autónomos arrollados por el estallido de la burbuja y a los que no les quedó ganas de volver a emprender. Y un ingrediente más en la receta de su éxito: la doble sede. Ofiteca tiene una delegación en Sevilla desde la que, junto a la central en Granada, afronta proyectos no sólo en Andalucía sino en toda España. Ahora mismo tienen obras en Valladolid, Burgos, Cádiz, Gibraltar, Sevilla, Huelva, Madrid, Córdoba, Málaga… «Hemos crecido de la mano de grandes clientes como Barceló, que nos confían las instalaciones para todos sus hoteles. También trabajamos con inversores en residencias de estudiantes o de ancianos… Esquivar el sector residencial privado, más afectado por la crisis, ha sido también determinante para crecer», valora Pedro, que incide en que la incertidumbre política de este pasado año y el cambio de Gobierno está afectando directamente al sector. «Hay preocupación, hay clientes que se están pensando si lanzarse o no con las inversiones. En nuestro sector puede haber retroceso en 2021», analiza.

Pero gracias a la calidad con la que instalan los edificios y a lo bien amuebladas que estos tres emprendedores tienen las cabezas, Grupo Ofiteca ha ido doblando su facturación cada año hasta rozar los seis millones de euros en el último ejercicio. A día de hoy tienen 80 trabajadores en plantilla con picos de más de cien en función de las obras y en 2019 ejecutaron unos cien proyectos en toda España, desde residencias de estudiantes o ancianos hasta la instalación integral de grandes hoteles de la mano de la cadena Barceló.

La historia de Ofiteca empieza en la obra del Hotel Barceló Punta Umbría, donde se conocieron estos tres ingenieros, que entonces trabajaban para empresas distintas. La compañía en la que curraba Pedro subcontrató como ingeniero a Manuel, que acaba de crear Oficina de Ingeniería y Técnica Aplicada (Ofiteca). Federico trabajaba entonces para otra empresa que meses después se iría a pique con la crisis. Los tres forjaron una amistad que se ha ido haciendo más fuerte con el paso de los años y el jiennense y el onubense se sumaron al carro de la empresa que había montado el granadino.

«Era 2012, el año más duro de la crisis. Había dos alternativas o emprender o irnos a Alemania», recuerda Manuel entre las risas de complicidad de sus socios.

La instalación de agua caliente y la calefacción con biomasa para una residencia de ancianos y el hotel de lujo La Bobadilla de Barceló fueron los proyectos con los que se estrenaron y sentaron las bases de una empresa a la que desde entonces no han parado de lloverle proyectos.

Bien pagados y plantilla

«Lo que nos diferencia es que ofrecemos el servicio completo, la ingeniería y la gestión integral de cualquier instalación, desde la climatización hasta la fontanería o la electricidad y el mantenimiento. Abarcamos todo con personal propio y ese servicio es lo que más valoran los clientes», explica Pedro Aranda.

Los tres, pero sobre todo Manuel, para el que era «un empeño personal», tenían claro que para dar un servicio completo y de calidad querían una plantilla multidisciplinar con los mejores profesionales, en lugar de trabajar con subcontratas. «Que los trabajadores se sientan parte del proyecto es vital. Necesitamos personal propio y comprometido para no perder el control del proceso y para eso tienen que estar personalmente valorados y bien pagados», abunda Manuel.

Y bien dirigidos. Ya que otra de las recetas del éxito en la que coinciden los tres emprendedores es en que los jefes tienen que estar a pie de obra, «si no, la implicación no es la misma». Para tomar las riendas de la gestión de una empresa que se hacía más y más grande Pedro, ingeniero químico, estudió un MBA empresarial y hoy hace más números que proyectos de ingeniería, pero Manu y Fede –así se llaman entre ellos– siempre están en las obras con el equipo.

Confianza

Los seis ceros de las cifras de facturación no se les han subido a la cabeza y si hubiera que volver ponerse el mono tampoco se les caen los anillos. «Lo bueno que tenemos es que si hay que volver atrás, podemos porque el trabajo sabemos hacerlo nosotros mismos. Esos seis millones de facturación no garantizan nada, ni va a ser siempre así, son rachas de mercado», sentencia Manuel.

Lo de crecer tan rápido también tiene sus handicaps, el principal tener que encontrar personal cualificado con urgencia. Un reto del que, hasta ahora, han salido airosos. «Hemos ido sumando recursos que nos garantizan el crecimiento sostenible, tenemos ingenieros muy buenos y hemos reforzado la oficina, la administración y la obra», explica Pedro.

En este sentido recuerda la anécdota de un hotel de Sevilla que adelantó la fecha de apertura por lo tuvieron que trasladar de un día para otro a todo un ‘batallón’ de electricistas, instaladores y fontaneros desde Granada. Un despliegue con el que al final logran ganarse la confianza del cliente y fidelizarlo.

En cuanto al futuro, los tres socios de Ofiteca tienen clarísimo lo que toca ahora para no morir de éxito. «Este año hemos estado desbordados. En enero ya tenemos planificadas obras para todo el año 2020, por lo que no necesitaríamos asumir más proyectos salvo que nos sean interesantes, con clientes solventes y con plazos de ejecución sensatos», incide Federico, que destaca también el coste personal que supone una empresa cada vez más grande y exigente, desde tener que anular vacaciones para terminar una obra hasta vivir pendiente del teléfono 24 horas. «El futuro es mantener al cliente, quedarnos con los mejores e intentar que sea rentable», coinciden.

Fuente: Ideal