La decoración, una empresa con gancho

Arquitectos reciclados e interioristas con mucha imaginación se incorporan para hacer negocio en un sector que pretende ser asequible a todos los bolsillos.

El ingenio ha salido al rescate de la decoración. Los nuevos emprendedores no quieren hablar de elitismo en un sector que se está renovando para adaptarse a todos los bolsillos sin perder ni pizca de glamour. Arqbellytura, Va Studio Arquitectura y Proyectos Artefactum son tres de estas nuevas firmas que se estrenan en Casa Decor y que llegan al mercado con ganas de aportar un estilo diferente. Tras años de experiencia como arquitectos decidieron dejar su trabajo por cuenta ajena y convertirse en empresarios por una inversión media de 10.000 euros. El alquiler o la compra de un local en el que presentar sus proyectos es el principio aunque, como ellos afirman, “el buen trabajo y los clientes satisfechos son el mejor escaparate”. Ahora, además de hacer su empresa rentable, su objetivo es conseguir los mejores proveedores e inflar, poco a poco, su cartera de clientes.

Arqbellytura. Cristina Barriga terminó sus estudios de arquitectura técnica en 2008, mientras ejercía su profesión por cuenta ajena. Pero como le atraía el interiorismo estudió la diplomatura. “Esta formación, junto con mi experiencia, me aportó una visión diferente y fue lo que hace un año me animó a ser mi propio jefe”. Así nació Arqbellytura, un estudio que presta un servicio integral de arquitectura y decoración. Esta emprendedora matiza que su trabajo no consiste en poner el último detalle pero sí en preocuparse por la iluminación y los materiales: “La arquitectura te obliga a fijarte más en la construcción. Sin embargo, para lograr un aspecto estético global hay que ser interiorista”. Ha trabajado para particulares y su objetivo es diversificar su actividad en hoteles, restaurantes y locales comerciales. La receta para crecer y consolidarse como empresaria es adoptar una política de costes muy ajustada y trabajar siempre con los mejores proveedores, “porque si cometes un error te la juegas con el cliente”.

Tras años de experiencia como arquitectos decidieron dejar su trabajo por cuenta ajena y convertirse en empresarios por una inversión media de 10.000 eurosProyectos Artefactum. Antes de poner en marcha esta empresa, que ahora dirige con Sergio Moreno, Manuel Núñez, ingeniero técnico en diseño industrial, trabajó durante ocho años para diferentes empresas. Tras un despido improcedente comenzó a trabajar como freelance en lo que él califica “proyectos de poca importancia” pero que, gracias al servicio y confianza de los clientes, le permitieron hacerse un sitio en el sector. Sergio, licenciado en Bellas Artes, se unió posteriormente al negocio, un tándem con el que han creado su identidad: “Queremos fusionar el low cost del arte con el interiorismo. Nuestro objetivo es acercar la decoración a todos los bolsillos”.

VA Studio Arquitectura Interior. Virginia Albuja ha incorporado el feng shui a sus diseños, una empresa que lleva junto con su marido José Luis Navarro. Estudió arquitectura técnica y luego el interiorismo la enganchó. Trabajó durante varios años en el departamento de obra de una red de tiendas de gafas, pero lo dejó y creó su propio negocio para realizar proyectos para franquicias. Ahora se dirige a particulares y ha introducido el feng shui a sus creaciones: “Que la gente opte por renovar su casa más que por la compra nos favorece. Quieren un nuevo hogar y nosotros lo readaptamos”.

Veinte metros cuadrados para vender tu idea

Veinte metros cuadrados, y a veces menos, es el espacio del que disponen algunos de los decoradores que este año presentan sus proyectos en Casa Decor. Ser capaces de vender todo su potencial es un espacio tan reducido es un reto pero no un imposible. Covadonga Pendones, directora de comunicación de la muestra –celebra su vigésima edición en Madrid– asegura que hay apartamentos de dieciséis metros cuadrados en los que cabe de todo. “A pesar de que el sector no vive la bonanza de hace diez años, conserva su atractivo: todo el mundo necesita una casa en la que vivir, es una necesidad primaria”, aclara Pendones, quien señala que hacen presupuestos a los decoradores interesados en asistir a partir de 2.000 euros.

Los decoradores pueden acceder a un espacio en Casa Decor a partir de 2.000 eurosParticulares, locales comerciales, organismos públicos, grandes empresas… la decoración presume de una clientela muy variada Por ese motivo, ser diferente para captar un colectivo concreto es clave para hacerse un nombre. Pendones se siente orgullosa de que este año el 40% de los 76 decoradores de Casa Decor acuden por primera vez. “Los jóvenes están haciendo un esfuerzo extraordinario. También contamos con algunos consagrados muy fieles, un 70% del total ha repetido en doce ediciones”.

Para convertirse en un decorador de referencia, Pendones recomienda tener un estandar de calidad muy alto, “hay buenos profesionales y arquitectos que se han reciclado, y ambos conviven en un sector en el que no hay rivalidad”. Además de la experiencia previa, antes de poner en marcha un negocio en este ámbito, señala que es muy interesante conocer los mercados internacionales, “Milán, Londres y los países nórdicos siguen siendo referencia”, y tener mucha mano izquierda con el cliente, “el decorador debe conocer muy bien sus gustos y necesidades para que el resultado final se ajuste a sus demandas”.

Pendones también hace referencia al márketing personal: “Los decoradores noveles tienen que aprender a venderse bien. Ser mediáticos es una buena idea, pero sin pasarse. Se trata de tener un nombre, sin abrumar”.

Fuente: Expansión (31/05/2012)