La comercialización y la innovación son los principales retos que afrontan los artesanos españoles La comercialización, la innovación y la necesidad de abrir nuevas líneas de negocio son los grandes retos a los que se enfrentan los autónomos de las zonas rurales de España, según ha quedado reflejado en el Primer Encuentro de Moda y Artesanía organizado por la Red Española de Desarrollo Rural y Redeia.

La comercialización, la innovación y la necesidad de abrir nuevas líneas de negocio y de fortalecer las ya existentes son los grandes retos que afronta la artesanía extremeña, y la española en su conjunto, según ha quedado reflejado en el Primer Encuentro de Moda y Artesanía organizado por la Red Española de Desarrollo Rural y Redeia en la localidad cacereña de San Martín de Trevejo.

Este encuentro entre artesanos del medio rural y representantes del mundo de la moda y el interiorismo se enmarca dentro del Proyecto Oficios en RED, con el que la Red Española de Desarrollo Rural  y Redeia trata de promover los oficios artesanos como herramienta para frenar la despoblación, diversificar la actividad económica del medio rural y revertir así la situación por la que atraviesa el medio rural español y, en especial, los oficios artesanales.

Según datos facilitados por Artesanex, Extremadura cuenta con más de 700 empresas artesanas profesionales que generan más de 5000 empleos directos e indirectos, cuentan con una facturación anual de más de 100 millones de euros y una contribución del 1,9% al PIB regional (19.383 millones de euros). La mayoría de los artesanos extremeños hoy en día no lo son ya por tradición familiar, el 70% son nuevos emprendedores. Otro dato curioso es la fuerte incorporación de mujeres a los oficios. Solo en estos dos últimos años han incrementado su participación en 14 puntos porcentuales, pasando de representar el 20% al 34% del sector.

La artesanía es una de las principales fuentes de ingresos del mundo rural

«La artesanía es, junto con el sector agroalimentario, la principal fuente de ingresos en el mundo rural. Forma parte de las costumbres, de la cultura, y del manejo de los territorios. Entronca con la economía circular y con la economía verde. Habla también de cómo consumir en el presente y en el futuro. Hace unos años el sector estaba poco valorado. Los jóvenes se marchaban del pueblo. El que se iba era el triunfador y el que se quedaba el perdedor. Hoy, con la aparición del fenómeno neorural, esa imagen está cambiando. Los hábitos de consumo de la gente han vuelto más favorables a los productos handmade. Sin embargo, a pesar de este avance, el sector artesano está todavía condicionado por los problemas de comercialización y  por la necesidad de innovar», ha señalado el presidente de REDR, Secundino Caso.

Por su parte, el miembro del departamento de Innovación Social de Redeia, Victor Navazo, ha puesto de manifiesto la fuerte implantación rural de la compañía y la sensibilidad de la nueva presidenta, Beatriz Corredor, con la sostenibilidad. «De ahí este proyecto de Oficios en Red que trata de poner en valor los oficios, permitir a los artesanos ampliar sus negocios y garantizar la continuidad de los mismos a través de la comercialización y de la innovación».

La conveniencia de rentabilizar los oficios artesanos para que no desaparezcan ha sido uno de los puntos tratados por el acalde de Torrejoncillo y presidente de ADESVAL, Ricardo Martín, que explicó que «no podemos obligar a nuestros hijos a continuar con un negocio artesanal si no es rentable. Es necesario que nuestras empresas artesanas exporten y se internacionalicen para que no formen parte solo de nuestra historia, sino también del futuro del mundo rural. Torrejoncillo, es la quinta población en número de habitantes de Extremadura y la tercera de Cáceres. Tiene la consideración de área de interés artesanal. Antes era un pueblo lleno de artesanos. Sin embargo, muchos de ellos de ellos han desaparecido. Por eso es importante participar en proyectos como el de Oficios en Red».

Otra de las necesidades esgrimidas en este Primer Encuentro de Moda y Artesanía ha sido la de reducir la burocracia que soportan hoy las empresas artesanas. «En nuestra comarca se ven muchas fincas abandonadas. Este mismo abandono se percibe también en el sector de la artesanía. Hay que presionar a los estamentos púbicos para que la burocracia no sea tan dura. Piden el mismo papeleo a un artesano autónomo que solicita 3.000€ que a una gran empresa que solicita millones. La crisis energética ha permitido que nuestros políticos se den cuenta que los productos no pueden venir solo de China», declaró el presidente de AGIGATA, Luis Mariano Martín.

Burocracia e intrusismo profesional, principales lacras

Junto con la comercialización y la necesidad de innovación, el intrusismo profesional ha sido esgrimido también como otra de las grandes lacras que afronta hoy en día el sector artesanal. En este contexto, el gerente de Artesanex, Jose Ignacio Albalá, habló de «la necesidad de establecer una clara diferenciación entre el artesano profesional y aquellos otros que se dedican a comprar mercadería en grandes almacenes chinos y luego las venden en las ferias artesanales. Las administraciones locales deben de establecer canales de comercialización diferentes para unos y otros. Percibimos, cada vez más, una retirada de los artesanos profesionales de muchas de estas ferias llamadas de porque no pueden competir en precio con esos otros mercaderes que no pueden llamarse artesanos».

La necesidad de un mayor dialogo entre artesanos y administraciones ha sido puesta de manifiesto por la presidenta de la Red Extremeña de Desarrollo Rural, Julia Gutierrez, quien destacó el trabajo desarrollado por los 24 Grupos de Acción Local existentes en Extremadura, 14 en Cáceres y 10 en Badajoz. «Ellos son los que mejor conocen las fortalezas y debilidades de los artesanos de cada uno de sus territorios y los que, junto con los ayuntamientos y las asociaciones, ayudan a canalizar las ayudas a estos artesanos para poner en marcha o ampliar sus proyectos de negocio».

También los artesanos participantes en el Proyecto Oficios en Red procedentes de las localidades cacereñas de Torrejoncillo, Montehermoso, Villamiel, Acebo y Moraleja, en Cáceres y de Mazcuerras, en Cantabria, tuvieron ocasión de poner de manifiesto las peculiaridades de sus productos hechos a mano, tanto durante el encuentro como en las visitas a sus propios talleres realizadas posteriormente, así como de concretar sus necesidades actuales para garantizar la buena marcha de sus respectivos negocios.

Formación y digitalización, algunas de las posibles soluciones

A pesar de los nuevos canales digitales implementados por muchos de ellos, la necesidad de impulsar la comercialización por otras vías y de abrir nuevas líneas de negocio vinculadas al mundo de la moda y el diseño, han sido esgrimidos como principales retos por la mayoría de ellos. Todos fueron escuchados atentamente y asesorados, en cada caso concreto, por el diseñador Moisés Nieto y el interiorista internacional Tomás Alía, presentes en el encuentro. Ambos profesionales cuentan con una vasta experiencia en establecer alianzas entre el mundo artesanal y el de la moda, la arquitectura y la decoración y han sido galardonados, por ello, con distintos premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional.

«Tanto Moisés Nieto como yo hemos nacido en pueblos artesanos y llevamos la artesanía en nuestro ADN. Nada nos gustaría más que seguir colaborando con este proyecto y ver implementados algunos de nuestros consejos y recomendaciones entre los artesanos que se encuentran hoy aquí para que su situación, a uno o dos años vista, haya mejorado sustancialmente», señaló Tomás Alía, quien añadió que «si queremos crear lenguajes contemporáneos y que la artesanía perdure en el tiempo es fundamental lograr el trabajo conjunto entre artesanos y diseñadores. La digitalización y la formación son también factores clave».

En el mismo sentido se manifestó el diseñador Moisés Nieto, quien puso el énfasis en el maridaje entre artesanía y diseño. «Extremadura tiene un potencial muy interesante en el terreno de la artesanía, el turismo y la gastronomía. Una joya aún por descubrir por el gran público. Pero para lograr que la artesanía tenga un crecimiento positivo es necesario que diseñadores y creativos trabajen en equipo con artesanos y especialistas en el sector, bajo un mismo objetivo. La difusión de sus técnicas, y la modernización en la forma de trabajar e, incluso, en la incorporación de los nuevos materiales son esenciales para logarlo», concluyó.

Fuente: Autónomos y Emprendedor