Granada ‘ordena’ sus 638 puestos de mercadillo con una normativa pionera El documento trae novedades como la posibilidad de optar a subvenciones. Para conceder las licencias se valorará la participación en cursos, conferencias o jornadas de comercio ambulante.

Granada se ha propuesto modernizar al máximo el sector del comercio ambulante mejorando la calidad de un servicio que da empleo en la provincia a más de 10.000 personas. Para buscar la máxima calidad en los 638 puestos que se reparten por los distintos mercadillos de la capital, el Ayuntamiento de Granada ha desarrollado un texto, una nueva ordenanza que pone ‘orden’ en uno de los sectores más arraigados en nuestra comunidad autónoma.

Lo primero que deja claro la ordenanza es qué se puede considerar comercio ambulante y qué no. «Se entiende por comercio ambulante el que se realiza fuera de establecimiento comercial permanente, con empleo de instalaciones desmontables, transportables o móviles». El ejercicio del comercio ambulante adopta la modalidad de ‘mercadillo’, entendiéndose como tal el que se celebra regularmente, en puestos agrupados con una periodicidad determinada, en los lugares públicos establecidos en la ordenanza.

En base a esta definición, Granada cuenta con cuatro mercadillos que aglutinan 638 puestos. El más grande es el de Almanjáyar con 365 puestos, le sigue el Zaidín con 176, La Chana con 92 y el del Albaicín con apenas 5 puestos.

Entre los aspectos que ordena la nueva ordenanza municipal están los puramente físicos. Y así, el documento establece que la superficie máxima de cada puesto será de 30 metros cuadrados (12 en el caso del Albaicín). Esta superficie contendrá el puesto, el prestador y el vehículo portador de las mercancías. Las instalaciones deberán ser desmontables y «reunir unos mínimos de presentación e higiene». El acceso al recinto y la instalación de puestos se hará de 8 a 9 horas, nunca antes por motivos de control y orden público. La venta se desarrollará de 9 a 15 horas. De 15 a 16 horas se llevará a cabo el cese de la actividad y el desmontaje de los puestos.

La nueva ordenanza municipal de Granada establece unas obligaciones para las personas que posean una autorización municipal para ejercer el comercio ambulante. Entre ellas está la obligación de tener expuesto al público en lugar visible la placa identificativa y los precios de venta de las mercancías. Deben tener a disposición de la autoridad competente las facturas y comprobantes de compra de los productos objeto de comercio y a disposición de los consumidores las hojas de quejas y reclamaciones. Deben estar al corriente de las tasas y cuando terminen la jornada limpiar de residuos de desperdicios sus respectivos puestos. En caso de vender productos de alimentación tendrán que tener carnet de manipulador de alimentos.

Únicamente se podrá autorizar la utilización de aparatos de megafonía cuando el volumen del sonido emitido no supere los decibelios establecidos en la normativa reguladora, es decir 80 decibelios, medidos a 1,5 metros de distancia. Para poder ejercer esta actividad será necesario contar con la autorización pertinente que tendrá una duración de 15 años y que se podrá prorrogar solo una vez por un plazo idéntico. La autorización podrá ser revocada en los casos de infracciones graves o muy graves, penalizadas con multas que van desde los 1.501 euros a los 3.000.

Puestos a conseguir la autorización, el Ayuntamiento ‘premia’ con 0,5 puntos a los puestos en forma de U (0 puntos si es lineal). Si tiene probador 0,3 puntos y si tiene techo 0,2. La experiencia demostrada en el sector también es un valor al alza. Por cada mes de experiencia 0,2 puntos, por cada distintivo de calidad en comercio ambulante 1 punto. Haber participado en cursos, conferencias, jornadas u otras actividades relacionadas con el comercio ambulante permitirá sumar de 0,1 a 1 punto. La innovación en un sector tan tradicional también tiene recompensa. Si la mercancía para la que se solicita autorización no existe en el mercadillo: 1 punto.

La posibilidad de regular el sector con una ordenanza pionera permitirá también a los comerciantes pedir subvenciones, lo que redundará en la calidad del servicio.

Fuente: Granada Hoy