Granada, líder andaluza en rendimiento durante la última campaña del aceite Ha generado más de 90 toneladas. Jaén vuelve a ser la provincia de Andalucía con más producción.

La producción de aceite de oliva en Andalucía durante la campaña 2017-2018 ha sido de 952.433 toneladas. Así se detrae según la información aportada por las almazaras a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) correspondiente a final de campaña, cifras que supone el 76% del total de la producción nacional. Esta estimación incrementa en solo un 7,6% el primer aforo presentado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en el mes de octubre, con lo que se confirma la utilidad de esta herramienta para el sector.

Según estos datos, la provincia de Jaén ha producido en este periodo 389.220 toneladas de aceite de oliva, el 40,9% del total andaluz; seguida de Córdoba con 252.886 toneladas (26,6%); Sevilla, con 107.248 toneladas (11,3%), y Granada con 90.651 toneladas (9,5%). Estas cuatro provincias han concentrado el 90% de la producción oleícola de Andalucía. La relación se completa con Málaga (75.500 toneladas), Almería (18.158), Cádiz (10.511) y Huelva (8.259).

El rendimiento medio alcanzado en aceite en la campaña se ha situado en el 20,8%. Donde se ha registrado un rendimiento mayor ha sido en Granada, con un 23,1%, y Jaén, con un 22%.

Según el informe, cerca del 70% del total de aceite de oliva de esta campaña se ha producido en el mes de diciembre y enero, mientras que del mes de noviembre a febrero se ha concentrado el 95% de la recolección.

En total, la producción generada en Andalucía supone el 76% del aceite español, que asciende a 1.250.367 toneladas. A la comunidad andaluza le siguen Castilla-La Mancha, en la que se ha producido el 8,4% del aceite español con 105.454 toneladas y Extremadura, con 73.038 toneladas (5,8%).

Para el consejero Rodrigo Sánchez Haro, el aforo que elabora la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha vuelto a confirmar que es «una herramienta de gran utilidad, ya que no solo aporta transparencia sino que favorece la planificación de la campaña oleícola por parte del sector». Esta garantía, a su juicio, tiene más mérito en un ejercicio como el actual, en el que la complejidad añadida de la sequía dificultaba sobremanera la estimación.