¿Evolucionar online o morir?

“¡Me encanta! ¿Dónde lo has comprado? Un amigo me lo recomendó en Facebook…”

Esta conversación sería inimaginable unos años atrás pero hoy en día es de lo más habitual. Los hábitos de consumo están en plena revolución, y ahora la voz la tiene el consumidor 2.0, un nuevo tipo de comprador que se mueve por nuevos canales y que genera opiniones y contenido.

Una marca ya no solo es conocida por lo que ella dice de sí misma sino por lo que opinan los clientes y es aquí donde Internet y las redes sociales han cambiado la realidad. Los consumidores buscan, comparan y, lo más importante, comparten con sus amigos y contactos sus opiniones. Hoy en día el cliente no sólo siempre tiene la razón sino que además tiene el poder de influenciar con su opinión.

Además, el comercio electrónico cada vez más se convierte en una pauta de consumo habitual. En España, el sector está en constante crecimiento, generando más de 7 mil millones de euros y aumentando un 27% en el último año (cifras de la CMT). Las expectativas son positivas pero aún queda mucho camino por recorrer.

Entre los actores de este nuevo escenario comercial no solo están los consumidores y las redes sociales, sino que las pymes tienen mucho que decir. El primer paso, entender que Internet es un mercado que iguala más a todos los participantes. Mientras que en el comercio tradicional es difícil encontrar el lugar y el momento adecuado para tener éxito, en Internet todos los lugares son buenos y desde el primer día pueden visitar tu tienda miles de potenciales consumidores.

No obstante, la revolución del e-commerce todavía está siendo tímida: en un país en el que el 85% de los internautas busca información online sobre productos y servicios, sólo el 11,8% de las empresas venden online (fuente: Eurostat – 2010) .

Es el pez que se muerde la cola: los consumidores no compran online si las empresas no tienen sitio web y mientras los clientes no hagan mayoritariamente sus compras online, las empresas no ven razones para poner en marcha una tienda virtual.

En este contexto surge el concepto ROPO (Research Online Purchase Offline) es decir buscar el producto u oferta en Internet pero comprarlo en la tienda física. De hecho, un 70% de los que buscan online utilizan medios de comercio electrónico para buscar, comparar, evaluar y decidir pero acaban comprando offline.

Sin contar con que hoy, el sencillo hecho de aparecer en Google Maps significa más clientes potenciales. Por eso, cada vez más se hace imprescindible para una empresa tener una presencia en la red.

Con esta realidad no debería de haber excusas para no tener una web o tienda online. Los costes han bajado (el ADSL es más barato, aunque en España sigue siendo de los más altos). Ya no hay tanta desconfianza respecto a comprar online y ya no es cosa sólo de un sector joven. Y por último, los clientes están más satisfechos desde el momento en que pueden dar su opinión sobre sus compras.

Más del 87 % de los españoles que compraron por Internet están contentos con su experiencia y sin duda repetirán en los próximos meses. Un servicio impecable en Internet se valora aún más que el que se recibe en la tienda física y deja un rastro favorable mucho mayor. Según un estudio de la agencia Carat, para el 44% de los compradores las opiniones de sus amigos y personas cercanas son fundamentales a la hora de realizar una compra. En Internet ya no existen barreras: ¿por qué comprar en la tienda de la esquina cuando tienes todo el mundo online a tu disposición? ¿Y si la tienda de la esquina está en Internet? Entonces las oportunidades se igualan.

¿Aun así, no es complicado dar el salto online? Pues mucho menos de lo que parece. Estamos en la era del “hazlo tu mismo” y existen una gran cantidad de soluciones y herramientas fáciles que permiten crear una web o tienda casi instantáneamente. Se puede adquirir un pack de comercio electrónico con tarifa plana en el que tan solo hay que inscribirse, configurar la tienda y empezar a vender con unos pocos pasos.

Además, este tipo de plataformas o packs de e-commerce incluyen muchas funcionalidades que ayudan a encontrar al cliente ideal, tener una infraestructura de entrega y pago, y cuidar al comprador. Con fórmulas “todo incluido” desde 10€ al mes ya no hay excusas para no tener una tienda en Internet.

Fuente: Ticpymes (01/03/2012)