Emprendedor, empieza a crear tu marca personal desde cero

Al iniciar su proyecto el emprendedor debe prestar especial atención a cuestiones tan diversas como la elaboración de su plan de negocio, los trámites administrativos para poder abrir su negocio o los trámites legales para darse de alta en Hacienda y la Seguridad Social. Y ya desde el principio de su aventura emprendedora debe estar muy atento al marketing y empezar a crear su marca personal.

Aunque este concepto existe en publicidad desde hace muchos tiempo, se ha hecho especialmente popular en la última década, con el desarrollo de las redes sociales y el marketing online. Su importancia ha crecido tanto que a día de hoy ninguna pyme o autónomo puede permitirse el lujo de no trabajar en la imagen que otros tienen de él.

¿Qué es la marca personal?

La marca personal es la forma en que el resto de personas perciben a un profesional o una empresa. Esto implica que el proceso de creación de la misma comienza en el mismo momento en que arranca la andadura profesional del emprendedor, porque desde ese mismo instante estará expuesto a la opinión que de él puedan tener sus clientes potenciales.

El inconveniente del personal branding es que no solo depende de ti. Tú puedes trabajar mucho para conseguir una buena imagen profesional, pero lo que ocurre en tu entorno te puede llegar a afectar. Por ejemplo, un ataque injustificado por parte de un supuesto cliente descontento (que en realidad podría ser alguien pagado por tu competencia) puede hacer que tu reputación se vea afectada negativamente.

Esto implica que vamos a tener que estar especialmente atentos a nuestra marca personal. ¿Recuerdas el dicho “cría fama y échate a dormir”? Pues en este caso no te puedes dormir nunca, porque si lo haces te puedes encontrar con que al despertarte tu imagen se haya visto seriamente afectada.

Vamos a ver los pasos que tienes que dar para tener un buen personal branding y que además tu reputación se mantenga con el paso del tiempo.

Define cuáles son tus objetivos

Si para poner en marcha tu negocio has elaborado un plan de empresa, con tu marca personal deberías hacer algo similar. Lo primero que tienes que tener claro es qué es lo que quieres conseguir y cómo quieres que se te reconozca en el mercado. Por ejemplo, si eres pintor puedes querer ser reconocido como el mejor en cuanto a relación calidad-precio en la zona norte de Madrid, o también te podría interesar ser reconocido como el más rápido, el más limpio o el más barato.

Por eso, antes de nada define cuál es tu objetivo, esto te ayudará a elegir después los pasos que tienes que dar y la estrategia que vas a seguir. Para ello define muy bien tu perfil profesional y encontrarás qué es aquello que puedes potenciar.

Eso sí, recuerda que tus objetivos deben ser siempre razonables y realistas. Está bien ser ambicioso, pero no hay que excederse, y mucho menos cuando estás empezando.

Encuentra a tu público objetivo

Para crear tu imagen de marca debes conocer muy bien el tipo de consumidor al que orientas tu producto o servicio. Cuanto más sepas de él mejor sabrás cómo debes dirigirte a él, y es que tu lenguaje e incluso las vías de comunicación no serán las mismas si te diriges a un público adolescente que si tu clientela sobrepasa los 50 años de media.

Conociendo a tu público podrás centrar mucho más las estrategias, y esto te evitará estar perdiendo el tiempo en acciones de marketing que realmente no te van a llevar a ningún sitio.

Un buen conocimiento de tu público potencial te ayudará a determinar qué debes decir y cómo debes decirlo, e incluso dónde debes decirlo.

Adapta tu estrategia de contenido

Si has seguido los pasos anteriores ya estás en camino de crear tu propia marca personal, pero para ello necesitas trabajar en tus canales de comunicación. Esto incluye tu página web, tu perfil de LinkedIn, otras redes sociales que utilices para promocionarte y hasta el contenido que subes a tu blog, así como la publicidad offline.

La idea es que cuando un cliente potencial tuyo vea una comunicación que procede de ti sepa reconocerla inmediatamente. Así, poco a poco puedes ir consiguiendo ese objetivo que te habías marcado al principio, es decir, que tus clientes potenciales te vean justo cómo tú quieres que te vean.

Monitoriza tu marca personal

Con tiempo y esfuerzo notarás que tu marca empieza a posicionarse en el mercado, pero no te conformes con ello. Como comentábamos antes, la reputación no es para siempre, hay muchas cosas que pueden influir en ella. Lo mejor que puedes hacer en este caso es realizar una monitorización.

Lo bueno de las nuevas tecnologías es que nos permiten medir los resultados de nuestras acciones incluso en tiempo real. Así puedes saber si lo que estás haciendo de verdad funciona o si los resultados no están siendo positivos. Esto te ayudará a tomar decisiones estratégicas que te permitan seguir avanzando en establecer una marca personal que sea fuerte en el mercado.

Beneficios de tener una marca personal

Puede que te parezca que esto que hemos visto hasta ahora supone demasiado esfuerzo y una gran inversión de tiempo, pero lo cierto es que compensa y mucho. Para terminar de convencerte de lo importante que es trabajar la marca personal, solo tienes que echarle un vistazo a sus múltiples ventajas.

Para empezar te ayuda a generar confianza entre tus clientes potenciales y posicionarte como un referente. Además, el trabajo de marketing online necesario para el personal branding te permitirá que Google valore más tu sitio y lo posicione por delante de la competencia en la página de resultados de búsqueda.

Al crear tu imagen de marca no solo estás atrayendo a clientes, también a empresas y profesionales, por lo que puede resultar de gran ayuda a la hora de hacer networking.

Y, por último, no olvides que este tipo de marketing no solo te hace ganar clientes, sino que fideliza a los que ya tienes, algo que a su vez contribuye a mejorar tu imagen de marca.

Fuente: Merca2