El escaparate: El mejor anuncio para un comercio

El escaparate es la primera imagen de una tienda. Tiene que llamar la atención de los viandantes y provocarles las ganas de entrar.

Más del 70% de la información que recibimos llega a través de la vista. El porcentaje aumenta si hablamos de publicidad en la que los creativos apuestan por los aspectos visuales para captar más clientes. Los costes de las grandes campañas son, en muchos casos, imposibles de asumir para los pequeños comercios que, sin embargo, cuentan con un arma muy poderosa: su escaparate. Bien cuidado y organizado se convierte en todo un anuncio para unas 15.000 personas, que pueden pasar por delante de él en un día laborable en las ciudades de unos 125.000 habitantes.

“El escaparate es el primer medio de comunicación para los negocios de proximidad, son la única separación que tienen con los viandantes, por lo que hay que presentarlos como algo atractivo y que les invite a entrar”, subraya José Luis Martínez, director de la escuela superior de escaparatismo Artidi.

– Han de cambiarse cada 20 días, como máximo. Para que no se salga mucho del presupuesto, se puede mantener una base acorde a la temporada del año e ir variando únicamente algunos elementos, algo que incluso se puede hacer todos los días. Por ejemplo, es recomendable que una zapatería sólo muestre 10 modelos, en lugar de 30, y vaya cambiándolos todas las semanas. Así, parecerá que renueva habitualmente su catálogo.

– No es necesario invertir un gran presupuesto. Con menos de 50 euros, es posible realizar uno llamativo con, por ejemplo, una fotografía en gran tamaño, comprada en un banco de imágenes, o reciclando materiales. La imaginación y la originalidad son más importantes.

– Se pueden establecer acuerdos con otros comerciantes del barrio, que no sean competencia directa, para decorar el local, siempre indicando por quién han sido cedidos los artículos. Por ejemplo, una tienda de ropa puede mostrar los bolsos de otro local o una óptica puede usar material de papelería para hacer algún montaje divertido. Se trata de una forma de conseguir más elementos para los montajes sin gastarse dinero.

-“Para dar vida a la exposición, hay que jugar con los volúmenes, utilizar colores que contrasten y, sobre todo, arriesgarse, volverse un poco loco para provocar las ganas de entrar al local”, insiste el experto. El escaparate es la primera imagen de la tienda, por lo que hay que tener claro qué se quiere mostrar.

-Aunque la decoración es importante para llamar la atención, ésta no puede anular completamente los productos que se pretenden promocionar. Algunas grandes firmas se permiten no incluir sus objetos en los escaparates, pero su objetivo es realzar la marca, por encima de lo que venden, pues esto ya es conocido por todo el mundo.

– La normativa municipal es muy variada respecto a lo que se puede o debe incluir, por lo que es conveniente preguntar antes por una guía para evitar multas; éstas se suelen distribuir en asociaciones de comerciantes o en los ayuntamientos. Por ejemplo, en Barcelona es obligatorio poner el horario en catalán y las etiquetas con los precios, mientras que, en otras localidades, son muy estrictos con las diferencias entre rebajas, outlet o liquidación.

– Formarse en escaparatismo es una opción cada día más demandada. Los másteres especializados tienen precios a partir de 3.000 euros, aunque hay cursos más básicos, que no llegan a los 500. Además, las cámaras y los ayuntamientos ofrecen talleres gratuitos para dar nociones básicas a los comerciantes de su ciudad.

Cómo realizar un buen montaje

-El mejor lugar es el centro, a la altura de los ojos. Ahí se deben colocar los productos estrella y jugar con la superposición de planos para poner el resto, sin saturar.

-Usar colores que contrasten es la mejor fórmula para llamar la atención. Por temporadas, también se puede apostar por los tonos típicos de esa época del año.

-Las luces aportan vida a la escena y ayudan a presentar los productos. Por ejemplo, un foco directo sobre un objeto hace que se vea como exclusivo.

-Es importante cuidar todos los detalles, desde tapar los cables o los enchufes hasta mantener la parte interior o los cristales exteriores bien limpios.

-Los letreros han de tener un mensaje corto y directo. Lo mismo ocurre con los textos que se incluyan en la decoración, siempre orientados al público objetivo.

-Un cristal cóncavo ayuda a evitar los reflejos para que los transeúntes vean bien el interior. Si no se puede cambiar, los fondos claros reducen los contrastes.

-Si se trata de escaparates cerrados, es conveniente instalar una rejilla de ventilación para evitar que se forme vaho dentro del mismo.

-La seguridad también es importante. Además de instalar una alarma antirrobo, debería haber un sistema que controle cortocircuitos o pequeños incendios.

Fuente: Expansión (29/12/2014)