Directivos al rescate de las compañías

Trabajan por proyectos en diferentes compañías. Lo hacen para aprovechar una nueva oportunidad profesional, aunque en ocasiones hay quien acude a ellos para reflotar el negocio. Estos ejecutivos son los nuevos ‘rescatadores’ que busca el mercado.

Juan Manuel Guerrero confiesa que cuando se quedó sin trabajo se dio cuenta de que su experiencia ya no era un activo, sino un pasivo que las organizaciones no valoraban en el proceso de selección. “Buscar un empleo en las condiciones que dejas atrás y con una posición directiva es complicado. Se busca gente joven, con un amplio margen de tiempo”. De eso hace ya cuatro años. Este ejecutivo ha encontrado una salida profesional en el interim management, es decir, prestar temporalmente sus recursos y habilidades a una empresa para el desarrollo de proyectos concretos. Holanda y Reino Unido son los países europeos que más recurren a este sistema para reclutar a ejecutivos muy preparados capaces de reflotar un negocio.

Aunque de manera incipiente, en España la crisis ha hecho que muchos directivos en paro barajen el interim como posibilidad profesional. Alfonso de Benito, director EIM España, explica que “el mercado de contratos para proyectos concretos como mejora de eficiencia o desarrollo está aumentando claramente. Las empresas necesitan actuar rápido y conseguir sus objetivos por lo que contratan a profesionales experimentados en situaciones similares para que les resuelvan un problema o consigan resultados concretos en un tiempo que va entre los seis y los dieciocho meses”. El año pasado esta firma de interim ha gestionado entre 20 y 25 proyectos en nuestro país y para empresas españolas en el extranjero.

Holanda y Reino Unido son los países europeos que más recurren al interim management para reclutar a ejecutivos muy preparados capaces de reflotar un negocio.Directivos de alquiler

José Ángel Escribese, que dentro de poco cumplirá 69 años, lleva seis trabajando como interim manager en diferentes compañías y reconoce que más que un rescatador se considera un constructor de empresas: “La experiencia de 30 años en puestos de dirección general me permite ser creativo y utilizar la imaginación para sacar a flote una compañía. La reestructuración no es la única salida para salvar una compañía en dificultades”.

Coincide con Guerrero en que la escasa implicación emocional y la ausencia de compromisos, por intereses creados en la compañía para la que trabajan por proyecto, hace que la tarea se lleve a cabo con más eficacia. La asignatura pendiente del interim es la retribución: el sueldo de estos ejecutivos es un 30% inferior al que cobran sus homólogos en Estados Unidos o en Europa.

“La experiencia de 30 años en puestos de dirección general me permite ser creativo y utilizar la imaginación para sacar a flote una compañía»Ésta no es la única posibilidad que ofrece el mercado a los directivos que decidan sacar partido de su experiencia.Krista Walochik, socia de Norman Broadbent, aprecia una tendencia interesante que ya es presente. Está alineada con la reorganización del trabajo y, en su opinión, tiene mucho sentido porque coincide con las compañías sujetas a cambios dramáticos, en proceso de internacionalización o en una situación financiera que hay que mantener a pulso. “Para solventar estas circunstancias contratan a tiempo parcial un ejecutivo con una dilatada experiencia que no podrían pagar a tiempo completo”, explica Walochik, quien señala que el horario reducido y la flexibilidad permite a estos ejecutivos prestar sus servicios para distintas compañías.

Javier Olloqui tiene 49 años y lleva tres trabajando de esta manera. Directivo de una multinacional durante ocho años, cambió un ritmo frenético de trabajo para ceder su expertise a distintas compañías. Actualmente presta sus servicios como directivo en diferentes compañías de Navarra: “El sueldo es el de un ejecutivo pero al trabajar a tiempo parcial resulta muy rentable para la empresa”. Olloqui no se considera un rescatador al uso, pero sí en el sentido de aportar un valor a una empresa pequeña que de otra manera no se lo podría permitir.

Aunque este profesional ha establecido un contrato mercantil con las diferentes empresas –eso le permite realizar otras actividades puntuales como coaching o selección en régimen de autónomo– dice que algunas de las compañías para las que trabaja le han ofrecido la posibilidad de un contrato de trabajo normalizado por las horas prestadas.

Fuente: Expansión (05/03/2012)