¿Cuáles son las mejores opciones para financiar una startup?

A veces una buena idea no es suficiente para hacer realidad el sueño del emprendedor. Cada vez son más los españoles que eligen crear su propia empresa ante la situación que atraviesa el panorama laboral. Ganas no faltan. Los contratos realizados por emprendedores crecieron un 17% entre 2014 y 20151. Sin embargo, en muchos casos la financiación es la última barrera que les separa de su meta.

Pese a las restricciones de crédito que han padecido empresarios y familias españolas, Internet ha abierto un abanico de opciones para que los emprendedores obtengan el dinero que necesitan. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, las formas de financiación alternativas crecieron en España un 152% entre 2012 y 2014. A ello se suman otras fórmulas que han renacido o se han hecho populares con el boom de las empresas tecnológicas, como los préstamos participativos, los business angels o la búsqueda de socios estratégicos.

Para que el emprendedor pueda escoger qué vías se adaptan mejor a su idea y objetivos, Zaimo, la plataforma de créditos online, ha elaborado una guía que recopila y describe las distintas alternativas:

1. ‘Crowdfunding’: El ‘crowdfunding’ es posiblemente la más popular entre las alternativas en Internet para obtener el apoyo económico que requiere una startup. Esta vía de financiación colectiva, que pone en contacto a inversores con emprendedores, se ha extendido en España a través de plataformas generalistas o especializadas en diversos nichos de negocio.

Aunque ha demostrado ser una eficaz vía de financiación para proyectos de todo tipo, también plantea retos que es necesario considerar antes de apostar por ella. Generalmente, el emprendedor recibe donaciones de los inversores esperando algo a cambio, ya sea el producto cuyo desarrollo pretende financiar, merchandising o la posibilidad de disfrutar de un servicio, entre otros. Al comportar una serie de costes por cada donación, el receptor debe planificar muy bien ese gasto al que tendrá que hacer frente a corto, medio o largo plazo, de forma que no acabe poniendo en riesgo las cuentas de su empresa.

2. Préstamos online: En los últimos años, los servicios de préstamos online han facilitado el acceso a crédito a los ciudadanos españoles ante las restricciones financieras que han padecido. Los créditos online han sido diseñados como una vía de financiación ante gastos imprevistos, pero también se han diversificado para adaptarse a las necesidades de emprendedores en busca de ese primer impulso económico con el que poner en marcha su idea.

Para ajustarse a los requerimientos de capital inicial que establece la legislación al formar una empresa, la compañía Zaimo ha doblado el crédito y plazos de devolución máximos, hasta los 3.000 euros en 2 años. Estas condiciones cada vez más flexibles convierten los préstamos online en una alternativa de financiación más. No obstante, esta opción debe considerarse de forma responsable, teniendo en cuenta los objetivos del proyecto y asegurándonos de que podremos devolver la cantidad solicitada dentro de los plazos pactados.

3. Subvenciones: La difícil situación económica ha hecho que las administraciones públicas tomen medidas de incentivo para el emprendimiento. Pese al reto que supone crear tu propia empresa, este es un momento de oportunidades para aquellos que tienen una idea y se han propuesto llevarla a cabo.

Para saber qué subvenciones puedes solicitar según tu lugar de residencia, conviene acudir a los servicios de asesoramiento públicos estatales o locales. No obstante, hay emprendedores que cambian su lugar de residencia temporalmente para beneficiarse de subvenciones en otras regiones. Además del proceso de búsqueda de información, acceder este tipo de subvenciones requiere invertir tiempo en procesos administrativos más o menos complejos.

4. Préstamos participativos: En los últimos años los préstamos participativos han renacido como una popular fórmula de financiación para pymes. Se conceden a medio o largo plazo e imponen intereses ligados a los resultados de la empresa. Es decir, la carga financiera que soporta la compañía se adaptará a su propia actividad. La garantía que se ofrece es la viabilidad económica y técnica así como la experiencia de los gestores, que serán analizados por expertos.

5. Business angels: Acceder a inversores privados, los conocidos como business angels, pueden dar un segundo empujón una vez que la startup ya está algo rodada. Además de ofrecer financiación, tu empresa podrá beneficiarse de la experiencia del inversor y de su red de contactos. A cambio de su inversión, el business angel pedirá un tanto por ciento de la compañía.

6. Capital riesgo: A medida que el proyecto se consolida y las necesidades de financiación crecen, puedes considerar acceder a fondos de capital de riesgo. Se trata de sociedades especializadas que reúnen a inversores privados cuyo objetivo es entrar y salir del capital de forma que obtengan un rédito económico por ello.

Entre sus principales ventajas figuran el poder acceder a cuantías significativas de dinero así como el contar con el apoyo de entidades con gran experiencia en negocios y en ocasiones muy especializadas en tu sector. No obstante, también puede suponer condiciones muy estrictas, exigiendo unos resultados determinados o participar en los procesos de decisión.

7. Socios estratégicos: Obtener financiación no siempre comporta una transacción monetaria. En muchos casos, sobre todo en sectores tecnológicos, se recurre a alianzas con otras empresas para suplir las carencias de tu propia startup a la hora de ejecutar un proyecto complejo. Como contrapartida puedes ofrecer un porcentaje de tu compañía o tu experiencia en servicios que la otra empresa necesite. Es una medida flexible y que ofrece soluciones concretas cuando es difícil obtener apoyo económico por otras vías.

8. Familia y amigos: Las circunstancias de cada emprendedor y el estado de madurez del proyecto pueden ser diferentes. Para muchos emprendedores, especialmente en los casos en que no haya mucha certeza sobre la viabilidad del negocio, el camino para obtener financiación comienza en su propia casa. Siempre que se haga con responsabilidad y sin poner en riesgo las finanzas del hogar, esta puede ser una buena manera de hacer frente a esos primeros gastos que te permitirán poner a prueba la idea.

Fuente: El Economista (17/03/2015)