Crowdcube, el modelo de financiación colectiva británico para impulsar pymes

Con más de 40 millones de euros y 137 proyectos financiados, Crowdcube se sitúa como la plataforma líder en Europa del segmento del equity crowdfunding. Desde su fundación en Reino Unido en 2011, ha acumulado más de 83.000 inversores registrados, experiencia que trasladó a España de la mano del Financial Conduct Authority (FCA), organismo que regula la financiación colectiva en ese país de acuerdo a las directrices europeas. En cuanto al éxito de la compañía, éste reside en que «no existe ninguna plataforma en España que ofrezca un servicio de crowdfunding integral y una estructura legal como la nuestra», explica Pepe Borrell, director y cofundador de Crowdcube en nuestro país.

Además, la compañía destaca por tener alcance internacional con presencia local, para lo cual establecen filiales con «socios locales con experiencia y capacidad para entender los ecosistemas y las distintas regulaciones vigentes», explica el director de la plataforma. En este sentido, este mismo año amplían su presencia a Italia, Nueva Zelanda, Dinamarca, Polonia y Brasil, «y ya se han cerrado acuerdos de colaboración para operar en Alemania, Canadá y Emiratos Árabes Unidos», cuenta Borrell.

Legislación española, «menos ágil»

Sin embargo, y mientras en España se termina de materializar la futura Ley de Financiación Empresarial, Crowdcube ha tenido que solventar algunos obstáculos a la hora de implantar la regulación de la FCA en nuestro país. «La mayor complicación ha surgido a la hora de adaptar un proceso de ampliaciones de capital estándar a la legislación española, más burocrática y mucho menos ágil que la de Reino Unido», explica Pepe Borrell.

Por otro lado, Crowdcube es líder en Europa en cuanto al equity crowdfunding, o lo que es lo mismo, inversiones a cambio de participaciones en las empresas. «Nuestro sistema destaca por ofrecer asesoramiento financiero y legal a través de las nuevas tecnologías, lo cual abarata los costes operativos a los emprendedores y también a los inversores, que no tienen que asumir comisiones por intermediación», cuenta el director de la plataforma. En su opinión, en la mayoría de los casos los emprendedores no sólo no tienen que renunciar al control de la empresa, sino que la multiplicidad de socios les supone una herramienta de marketing y publicidad muy potente.

Gracias a su estructura legal, Crowdcube ha logrado establecer la inversión mínima en diez euros, lo cual hace aún más accesible la financiación colectiva. «Un estudio exhaustivo del marco regulatorio y la operativa requerida para llevar a cabo ampliaciones de capital», explica Borrell, «son los pasos necesarios para llevar a cabo la internacionalización de la plataforma, proceso que constituye el futuro de Crowdcube «.

Fuente: El Economista (16/09/2014)