Crece el emprendimiento en el sector de la salud, en la venta por Internet y en los servicios a otras empresas Un estudio realizado por EAE Business School revela que el número de empresas se ha elevado notablemente en el sector de la salud, la venta online y en los servicios a causa del efecto Covid-19.

La crisis sanitaria ha elevado la tasa de emprendimiento en el sector de la salud, la venta online y los servicios a empresas, según el último informe publicado por EAE Business School. En el documento, la escuela de negocios asegura cómo la pandemia ha ocasionado un mayor ritmo de crecimiento de creación de empresas en esas actividad debido a lo que ellos han denominado como ‘efecto Covid-19’. Asimismo, también analizan cómo se están creando estos nuevos proyectos, al que la gran mayoría de los emprendedores no destina más de un 10% de su patrimonio.

En el estudio titulado El Ecosistema emprendedor en España, se explica que el emprendimiento no es ajeno al contexto económico y evoluciona en función de su movimiento. Es por ello que registró su cifra más alta (alrededor del 12%) entre los años 2008 y 2012 cuando había bonanza económica. Y disminuyó notablemente (en torno a un 6%) hasta 2015-2016, momento desde el que se aprecia una tendencia al alza de la iniciativa emprendedora, que vuelve a reafirmarse con la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.

El director del Máster de Emprendimiento e Innovación en EAE Business School, David Casas, explicó en base a los datos publicados por el INE (Instituto Nacional de Estadística), que “la creación neta de empresas acumulada en el primer semestre de 2021 es positiva, siendo un 57,6% mayor que en 2020. Y lo que es más significativo, un 8,6% mayor que en 2019. Es decir, se están creando empresas a un ritmo mayor que antes del COVID-19”.

Un crecimiento fruto del efecto Covid-19

Para Casas las dificultades pasadas durante la pandemia “han puesto de manifiesto o potenciado nuevas necesidades en cuanto al bienestar físico y social, y a la vez han surgido nuevas formas de resolver este tipo de problemas, generando nuevos modelos de negocio con fuerte componente digital como video consultas, clases online en streaming o formatos asíncronos. De este modo, empresas tradicionales como gimnasios o profesionales del bienestar físico y mental han optado por digitalizarse o aliarse con proveedores tecnológicos para ofrecer sus servicios”.

Esto es precisamente a lo que se refieren en el informe con el ‘efecto Covid-19’ en el emprendimiento, que según el estudio afecta de forma diferente a los sectores de actividad. En este sentido, el sector donde más se emprende es el de servicios y consumo, que aglutina un 70% de la creación de empresa. En cuanto a las industrias, a las que pertenecen dichas actividad, son la rama de la salud, el ecommerce y servicios a empresas.

En cuanto a las expectativas de empleo de estos nuevos negocios de cara a los próximos cinco años, el estudio detalla que la mayoría estima tener entre uno y cinco empleados. Mientras que otro 25% estima que seguirá sin empleados, trabajando por cuenta propia.

¿Qué anima a emprender tras la pandemia?

Otro de los aspectos interesantes, que se han querido analizar en el estudio, es lo que motiva a las personas a iniciar un proyecto por cuenta propia. Y las principales razones que dieron fueron para crear riqueza u obtener una renta muy alta. Seguidas de marcar la diferencia y ganarse la vida.

La edad media de emprendedores actuales se sitúa entre los 37 años. Aunque, según el estudio de EAA Business School la edad media consolidada es de 40,4 y 50 años. “El porcentaje de emprendedores por géneros va convergiendo, al entorno del 6%, reduciéndose la diferencia “debido a una estabilización del índice de los hombres, y a un aumento del índice de las mujeres”, tal y como recoge el informe.

Por último, el estudio aborda los mecanismos de financiación por el que han optado los emprendedores en este contexto de sucesivas olas del virus. «El nivel de renta es otro rasgo que permite caracterizar el perfil emprendedor debido a que, en las primeras fases, una parte importante viene de recursos propios o ahorros personales. El capital inicial requerido por una startup se sitúa en una media de 121.000 euros, aunque la moda es de 20.000 euros, y con una desviación típica de casi 600.000 euros» detalla el documento.  Se trata de datos que para Casas, dejan entrever la «dispersión» que hay entre unos sectores y otros de actividad a la hora de emprender.

En cuanto al origen de esos fondo, la gran mayoría viene determinado por ahorros personales (59%) y familiares (7%), junto con instituciones financieras (21%). Hasta el punto, de que 68% de los emprendedores no dedican más del 10% del patrimonio a su proyecto, y sólo un 27% dedica más del 51% de su cartera.

Fuente: Autónomos y Emprendedor