‘Coworking’, otra forma de hacer negocios

Pymes, microempresas, autónomos y emprendedores recurren al cotrabajo, que permite ahorrar en el alquiler de la oficina y aumentar la productividad hasta un 50%.

Nuevos tiempos, nuevos modelos. El cotrabajo o coworking (en su acepción inglesa) es una de las nuevas fórmulas a las que no han tenido más remedio que recurrir muchas pymes (y no tan pymes), microempresas, autónomos y emprendedores españoles para reducir el coste que supone el alquiler de la oficina. Esta partida se ha convertido en una losa en la lista de gastos de las empresas, sobre todo de las más pequeñas, teniendo en cuenta que se come hasta el 10% de la facturación, según estimaciones de Regus, compañía dedicada al alquiler de centros de negocios en todo el mundo. Esta nueva forma de trabajar, que ha crecido como la espuma en el último año debido también a la crisis, es como compartir piso, pero en el trabajo.

Además del ahorro, la flexibilidad laboral y el aumento de la productividad son otras de las ventajas más sobresalientes de este nuevo modelo de trabajo muy afianzado en Estados Unidos, Alemania y Reino Unido desde hace tres o cuatro años. Rafa de Ramón, socio fundador de Utopicus, un coworking madrileño con apenas un año y medio de existencia, ha estimado que el incremento de la productividad de las empresas que trabajan en estos nuevos espacios más abiertos puede llegar hasta el 50%.

Pero es el impulso de las relaciones profesionales la aportación más destacada por los empresarios españoles que han apostado por este modelo, que ha eliminado las paredes en la oficina o local. «Estamos volviendo al método judío», comenta Raúl del Pozo, fundador de Cink Emprende, un centro que ha visto la luz hace escasas semanas. En estos momentos «las empresas se han blindado a comerciales externos» y se ha hecho necesario entrar de la mano de alguien. La presencia en estos nuevos espacios genera una mayor conexión profesional, ya que en la mesa de al lado puede haber un abogado, un arquitecto o un publicista.

Hoy es todo más abierto. «Está desapareciendo la palabra competencia para dar paso a la cooperación», señala Del Pozo para intentar explicar el arraigo de esta nueva forma de trabajar más comunitaria, más barata y que además posibilita el tan de moda networking o reuniones de profesionales.

Además, aunque muchos profesionales actualmente están demandando una mayor flexibilidad laboral, lo cierto es que en España todavía no estamos preparados para trabajar solos en casa, afirma el responsable de Cink Emprende, que actualmente cuenta con 44 puestos (500 metros cuadrados) en su sede de Madrid (en la zona de Nuevos Ministerios).

Todavía es difícil que una persona sola, desde casa, consiga contratos y trabajando en coworking se potencian alianzas para acudir a negocios de mayor envergadura. «Es espontáneo», comenta Elena de Miguel, una coworker, decoradora de interiores, que lleva meses alquilada en Utopicus. Los profesionales instalados en este centro madrileño se alían de forma espontánea para hacer los contratos que surgen y además se genera más innovación e investigación, asegura esta profesional.

Trabajadores por cuenta propia como abogados, arquitectos, diseñadores, empresas de servicios, freelance, emprendedores, especialmente creativos, diseñadores web, asesores de empresas o traductores son algunos de los perfiles de empresarios que han recurrido a este sistema más barato ya que en una oficina diáfana comparten wifi, material de oficina, equipos de impresión, escáner, sala de reuniones, biblioteca y sala de ocio, entre otros servicios, según explica Félix López Capel, director ejecutivo de garAJE, el centro creado hace un año en Madrid en el seno de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE).

Asimismo, muchos de los coworkers de garAJE, que cuenta con 800 metros cuadrados de instalaciones, son también empresas tecnológicas con uno a tres empleados y del sector audiovisual. Compañías de éxito internacional como Apple, Google o HP se gestaron en un garaje, comenta López Capel, y la idea es que «los emprendedores españoles inicien su actividad en un espacio inspirador dotado con todos los servicios».

Pero no solo «los freelances que quieren abandonar el pijama» o los profesionales liberales están recurriendo al cotrabajo. Extranjeros que llegan a Madrid destinados por sus empresas e incluso personal de grandes corporaciones que quieren ampliar su red de contactos a ambientes de trabajo más abiertos y creativos han apostado por este modelo, que en España cuenta ya con 190 centros, la mayoría con 15 o 20 puestos.

El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudió en calidad de líder del PP la pasada primavera a uno de estos centros, Utopicus, para presentar la que debía ser su ley de emprendedores cuando llegara al Ejecutivo. Este centro, que cuenta con 2.200 metros cuadrados (en dos sedes) y 150 coworkers, facturará este año 1,2 millones de euros con apenas año y medio de existencia. Entre sus previsiones destaca el lanzamiento de una plataforma coworking online con productos, servicios y formación.

Centros de negocios, una alternativa más flexible

Unas simples paredes diferencian un centro de negocios de toda la vida de un coworking. En el primero, las oficinas, totalmente equipadas, están compartimentadas, y en el segundo, el espacio es diáfano, pero ambas son lugares de trabajo flexible, una de las principales demandas de los empresarios en estos momentos, aseguran en Regus, proveedor de centros de negocios en todo el mundo.

Al igual que en los coworkings, los centros de negocios de Regus tienen entre su clientes a abogados, minoristas, fabricantes, microempresas, emprendedores o agencias de Gobierno, pero también grandes multinacionales (40%), así como medianas empresas (40%), que se han dado cuenta de que esta fórmula permite reducir los riesgos del negocio y aumentar la flexibilidad, además de adelgazar los gastos de arrendamiento y de dotación de personal de la oficina.

Presente en 95 países de todo el mundo, incluidos algunos emergentes, y en España, con 13 centros, las soluciones de Regus comprenden oficinas totalmente equipadas para alquilar a tiempo completo, partido o por horas: oficina virtual, que incluye número de teléfono, domicilio social, secretaría, gestión de llamadas y mensajes, así como recepción de correo postal; salas de reuniones, utilizables por horas o días; salón y café de negocios, y una red de videocomunicación.

Fuente: Cinco Dias (11/012012)