Consejos para preparar el cierre del trimestre

Diciembre ya está aquí y sí, toca prepararse –otra vez– para el cierre del trimestre. Balance de ingresos y gastos, facturas, papeleo y calculadora en mano. Un proceso que hemos hecho más de una vez, pero que se nos sigue haciendo cuesta arriba. Y es que suele ser un mes caótico. A la declaración trimestral se añade el cierre contable, las vacaciones y la planificación de los objetivos del siguiente año.

Anticiparse, organizarse y tener los pasos claros te permitirá llegar más tranquilo a todo y gestionar tus obligaciones fiscales de manera sencilla y sin agobios.

Qué modelos presentar

El cierre del trimestre supone, básicamente, cumplir con las obligaciones administrativas como autónomo y hacer las declaraciones pertinentes frente a la Agencia Tributaria. Repasamos los principales modelos que todo empleado por cuenta propia debe presentar y que varían en función de la estructura de negocio, de la actividad y del tipo de ingresos.

  • Modelo 303: el pago del IVA. Cada trimestre tendrás que “devolver” el IVA que te han pagado, restando el que has abonado en tus gastos. Es decir, a través de este modelo liquidarás el IVA correspondiente a cada trimestre,  ingresando a la AEAT la diferencia entre el IVA que has cobrado y el que has pagado en caso de que proceda.
  • Modelos 349: si llevas a cabo operaciones intracomunitarias, esta declaración también te sonará.
  • Modelo 130 o 131: en función del tipo de tributación (por estimación directa o por módulos) deberás presentar uno de los dos modelos de autoliquidación del IRPF.
  • Modelo 115: si eres arrendatario, es decir, si utilizas un local, una oficina o una nave para ejercer tu actividad, tendrás que declarar el importe del arrendamiento de tu local de negocio e ingresar la retención correspondiente en cada trimestre.
  • Modelo 111: es el que deberás presentar si tienes trabajadores a tu cargo o has practicado retenciones a profesionales en el ejercicio de tu actividad.

4 consejos para hacer más fácil el cierre del trimestre

Cada trimestre no tiene por qué convertirse en una montaña cuesta arriba. Aplica estos cuatro consejos y evita los problemas de última hora.

No lo dejes para el último momento

Las declaraciones trimestrales pueden ser engorrosas, lo sabemos bien. Pero parte del secreto es llevar las cuentas al día en todo momento. Si a final del trimestre te pones a recopilar las facturas, a buscar los recibos e intentar adivinar a qué corresponde ese gasto de hace dos meses, no se vaticina una buena experiencia. Nuestra recomendación es que, desde el día uno del mes, vayas apuntando todo en tu software de facturación online, para que al final del trimestre no suponga una carga extra excesiva.

Cuenta con un gestor

Delega esa parte del trabajo que siempre se convierte en una tarea pesada, que arrastras y acabas aborreciendo. Una asesoría te ayudará a resolver cualquier duda y a gestionar las obligaciones administrativas con Hacienda. Acude a un experto y líbrate de estas tareas tediosas, ahorra tiempo y mejorarás el control de tus cuentas.

Ten en cuenta que, aunque no hayas tenido ingresos durante el trimestre, es una gestión que debes realizar. En este caso, en la declaración tendrás que marcar “sin actividad”.

Calcula lo que te toca pagar

Tanto si delegas tu contabilidad como si la gestionas tú mismo, saber cómo van las cuentas del negocio y tener una idea aproximada de lo que debes liquidar, no es una opción. Una práctica recomendable es que, con cada pago que recibas, separes el IRPF y el IVA del resto. De esta forma, no contarás con ese dinero y evitarás los “sustos”.

Prevé el cobro

Asegúrate de tener dinero en la cuenta para pagar el IVA y el IRPF. Se puede dar el caso de declarar una factura que todavía no se ha cobrado, pero igualmente tendrás que anticipar y pagar el pago de impuesto.

En el supuesto de no poder asumir el pago, tienes la opción de fragmentarlo o aplazarlo. Puede ser una solución en caso de no tener liquidez en el momento de la declaración.

En definitiva, el cierre del trimestre no tiene por qué ser tu tarea favorita pero cuanto más organizado lo tengas todo, más sencillo será y menos lo notarás. Delega, anticípate y no lo dejes para el último momento.

Fuente: Infoautónomos