Coaching empresarial, una ayuda para triunfar con tu negocio

Montar y gestionar un negocio no es una tarea sencilla, pero con motivación y confianza se puede hacer. Es habitual que el emprendedor sea un poco multitarea, pero también es lógico que haya cuestiones que escapen a su competencia, por lo que siempre es buena idea pensar en mejorar a todos los niveles, y para eso puede ser de gran ayuda el coaching empresarial.

El coach es una persona que te escucha y te puede ayudar a crecer, contribuyendo así a que desarrolles tu inteligencia emocional, algo que puede hacerte más sencillo el camino hacia el éxito con tu negocio. Pero para que la intervención de este profesional sea realmente positiva debe haber por tu parte una predisposición a hacer cambios. Si te tomas en serio el proceso, puedes obtener interesantes beneficios.

El coaching te enseña a pensar de forma crítica y creativa

Cuando desarrollas un trabajo de forma continuada durante mucho tiempo al final caes en la rutina. Esto te lleva a trabajar en modo “piloto automático”, sin ser realmente consciente de lo que ocurre a tu alrededor. Y esto es un grave error, porque puede hacer que se te pasen por alto ciertas amenazas que pueden dañar a tu negocio o que desaproveches buenas oportunidades que podrían haber aumentado su rentabilidad.

Para aprovechar todas las oportunidades y estar abierto a nuevos horizontes tienes que mantener tu radar activado en todo momento. Ser capaz de ver qué va bien y qué va mal en tu negocio y cómo puedes cambiar aquello que no te gusta o que es mejorable. Con ayuda del coaching desarrollas el pensamiento crítico y piensas de forma más creativa, lo que es bueno tanto para tu negocio como para ti.

Gracias al coaching tienes siempre opiniones imparciales y objetivas

El coach te escucha y te orienta, pero en ningún caso te va a dar la razón si no la tienes. A través de sus comentarios objetivos te hará ser más consciente de tu realidad como emprendedor y de la realidad de tu negocio. Y eso se debe a que el profesional permanece siempre imparcial y eso le permite apreciar mejor lo que ocurre.

Esa objetividad le permite al coach analizar mejor tu forma de trabajar y de proceder, lo que le permite darte consejos sobre cómo mejorar y ayudarte a identificar obstáculos que puedan estar impidiendo que avances todo lo que quieres y alcances tus metas.

Te ayuda a mejorar tu autoestima

La autoestima es fundamental para un emprendedor. De hecho, es un rasgo imprescindible para alguien que se pone al frente de un negocio. Si tú no crees en ti mismo, ¿quién va hacerlo? Como emprendedor tienes que hacer frente a múltiples retos: convencer a inversores de que pongan su dinero en tu negocio, captar clientes, etc.

Si a un emprendedor le flaquea la confianza en sí mismo lo tiene muy complicado para alcanzar el éxito. Lo bueno es que un coach puede ser de gran ayuda en este sentido, ya que te puede ayudar a sacar lo mejor de ti mismo, incluso en esos momentos en los que el estrés o las dificultades pueden haber hecho que las fuerzas flaqueen.

Te enseña a liderar de forma estratégica

A medida que tu negocio crezca vas a necesitar contar con la ayuda de otros profesionales, formando un equipo de trabajo que debe ser capaz de trabajar para alcanzar los objetivos que tú has determinado. Pero liderar a los demás no es nada sencillo, hay quien está tan acostumbrado a la microgestión que no es capaz de delegar ni de confiar en otros.

Gracias al coaching puedes aprender las múltiples ventajas que tiene delegar y experimentar los beneficios que obtienes a nivel personal y profesional si tienes a tu lado un buen equipo de trabajo. Poco a poco aprenderás a ser un líder al que los demás quieran seguir, lo que contribuirá a generar un mejor ambiente de trabajo y aumentará la motivación y la productividad de quienes están a tu lado.

¿Cómo es una sesión de coaching empresarial?

El coach no es alguien que vaya a solucionar tus problemas, sino que te ayudará a trabajar en ti mismo y a que desarrolles nuevas habilidades y capacidades que te permitan resolver los problemas actuales y futuros. Cada sesión suele tener una duración de entre 60 y 90 minutos, generalmente de forma semana o quincenal. Antes de nada el coach hace un análisis de la situación inicial y a partir de ahí diseña su estrategia.

Esto implica que, en realidad, ninguna sesión de coaching es igual a otra, porque no todo el mundo tiene las mismas inquietudes ni las mismas necesidades. Es aquí donde entra en juego la importancia de tener un buen coach, que sea capaz de aplicar diferentes metodologías según las necesidades del emprendedor con el que esté trabajando.

Mucho más que una sesión de psicología

Hay quien erróneamente piensa que una sesión con un coaching es como una sesión con un psicólogo, pero son cosas diferentes, porque en ambos casos perseguimos también finalidades diferentes. Para empezar, en una sesión de coaching hay un participación activa tanto del coach como del cliente.

Una vez planteados los objetivos de la sesión suele haber unos minutos de charla en los que el coach hace varias preguntas y luego se comienzan a realizar una serie de ejercicios prácticos para desarrollar nuevas habilidades y capacidades. Por último, se elaboran unas conclusiones y se proponen acciones prácticas de cara a la próxima sesión.

La importancia de escoger un buen profesional

El coaching empresarial puede dar muy buenos resultados. En poco tiempo notarás como mejoras en aquellas áreas y capacidades que hasta el momento constituían tus puntos débiles. Pero para que las sesiones funcionen no solo debes ponerlo todo de tu parte, también tienes que elegir un buen coach, y esto no siempre es sencillo.

Debe tratarse con una persona que tenga la formación adecuada en este área y que cuente con una buena reputación. Pero además, es importante que exista un buen feeling entre tu coach y tú para que pueda surgir una relación de confianza. Si vuestras personalidades no terminan de encajar, el proceso de coaching no será tan efectivo como debería, así que asegúrate de escoger al coach que mejor se adapte a ti.

Fuente: Merca2