Así es el trabajo de los influencers, la última profesión nacida en Internet

Cada vez es más común ver en los medios de comunicación a personas catalogadas de Influencers un perfil a priori extra profesional pero que poco a poco se está consolidando como una de las apuestas más fuertes para las relaciones públicas 2.0.

Se considera influencer a la persona capaz de generar confianza ante un público objetivo y que gracias a su experiencia en determinadas áreas ayuda a dotar de credibilidad a las marcas.

Un influencer puede ser tanto la persona física como el medio de comunicación, la web, el blog o el foro de referencia en el que colabore dicha persona.

Redes sociales

Este nuevo perfil se encuentra sobre todo en plataformas como Twitter, Facebook o Instagram. Aunque poco a poco las portales de video como YouTube o Vine se están haciendo un hueco dentro de este sector.

En cuanto a la tipología, la directora de contenidos de la compañía de gestión de comunicación y marketing de influencers Augure, Gina Gulberti, diferencia tres perfiles:

1. Celebrities

Por un lado, están las celibrities, personas que se han hecho famosas a través de los medios tradicionales, prensa radio y televisión, que se han abierto cuentas y perfiles en dichas redes sociales y las utilizan en alguna que otra ocasión para dar a conocer diferentes marcas. Este perfil, según Gulberti, es el que mayor remuneración obtiene por sus servicios.

2. Líderes de opinión

Son aquellos que se han labrado una reputación desde el comienzo a través de las diferentes plataformas 2.0 ya sea por un blog, una cuenta de Instagram o un canal de YouTube. Normalmente es el perfil que más se demanda pues estos son los que generan más engagement gracias a su alta actividad en las redes.

3. Prosumers

Son personas anónimas que crean comunidad cuando votan a algún restauran en Yelp o utilizan etiquetas para mostrar nuevos productos adquiridos.

Crear comunidad

El motivo por el que una persona adquiere el perfil de influenciador no es la remuneración, sino obtener visibilidad. Gulberti afirma que esto tiene sentido tanto en cuanto es una relación directa; la visibilidad con la opción de remuneración, pues generando comunidad es la única forma de poder llegar a monetizar este rol.

Muchos son los que piensan que la cara B de este perfil llega en el momento de crear engagement, confianza en el público.

Desde Augure creen que esto depende del caso, sobre todo cuando son agencias de comunicación o influencers que se encargan de montar campañas para las marcas y normalmente en situaciones específicas.

En estos casos lo más común es que las agencias requieran de blogueros o tuiteros que sean muy famosos y no de alguien que sea más específico de su target. Por lo que al final si se desarrolla una estrategia de influenciadores en una acción específica se producen picos de confianza pero no se consigue nada más.

Esta acción, según Augure, es la más adecuada para empresas que quieran visibilidad en algún evento. Pero después la opción de contactar con influenciadores debe ser una estrategia a largo plazo y se debe tener una base de datos de los influencers más importantes del sector al que pertenezca la empresa para posteriormente desarrollar acciones frecuentes con ellos como invitarlos a eventos o a colaborar en contenidos.

Mejores resultados

En este sentido los sectores que obtienen mejores resultados a través de sus estrategias de influencer engagment son los de salud, moda, cosmética, energía, turismo, educación y el mundo asociativo, según el II Informe de estatus y prácticas de relaciones con influencers realizado por Augure.

Las relaciones con influencers están muy bien valoradas en las pequeñas empresas de menos de 50 empleados, ya que el 85% las considera eficaces o muy eficaces, frente al 79% en el caso de las medianas empresas y el 78% de las grandes compañías.

Esto se debe a que las multinacionales son influenciadoras por ellas mismas, en cambio las pymes necesitan de un tercero para darse a conocer.

La profesionalidad del influencer

Aunque se ponga el no por delante, las agencias de comunicación afirman que en alguna ocasión han pagado por un tuit o una entrada en un blog de algún influenciador. Y según datos de puro marketing en Instagram se mueven más de 1.000 millones de dólares en pagos a influencers.

También se ha hablado mucho de pagos por 25.000 euros por publicar un solo tuit, ante esta afirmación la directora de contenido de Augure ha respondido que «no sabe la cifra exacta, ni si se ha llegado a pagar esta cantidad» pero que sabe que se paga mucho dinero y sobre todo en EEUU.

Desde Augure creen que es posible la profesionalización de este perifl, es más Gulberti afirma que «ya hay gente que lo hace, en España poca, pero en EEUU ya hay bastantes que se ganan la vida gracias a esto, de su imagen como influencer y de manera online».

Fuente: El Economista (28/07/2015)