EMA: un comercio minorista que apuesta por la conciliación de la vida laboral y familiar

Se trata de un comercio al que le avalan 50 años de trayectoria empresarial y que, en la actualidad, cuenta con dos establecimientos en la capital y una plantilla de ocho personas (los más jóvenes con más de diez años de antigüedad en la empresa), de las cuáles, cinco son mujeres con hijos pequeños. Continuos problemas de incompatibilidad del horario comercial y escolar, falta de tiempo para estar con la familia, incremento del gasto económico en guarderías, estrés, etc., son situaciones que durante años, al igual que sucede en la mayoría de los casos, han vivido los empleados de este comercio.

Este hecho unido al convencimiento de que “si los trabajadores están a gusto, su productividad será mayor, y esto repercutirá en un beneficio mutuo, tanto para la empresa como para los empleados”, es lo que ha llevado a la Dirección a implantar una serie de líneas estratégicas en la gestión interna, a favor de alcanzar la conciliación entre la vida laboral y familiar, en un sector cuyos puestos de trabajo están ocupados principalmente por mujeres.

Entre las buenas prácticas que ya se han implementando con éxito en EMA ANTONIO RUZ podemos señalar las siguientes:

• Posibilidad de salir antes del horario de cierre para poder recoger a los hijos del colegio.

• Establecimiento de un sistema de turnos de media jornada, para aquellos trabajadores que tengan niños pequeños.

• Concesión de excedencias durante el periodo estival para poder disfrutar de las vacaciones con la familia.

• Los trabajadores con hijos están exentos de trabajar los sábados y festivos de apertura al público.

• Hacer coincidir los días de descanso del personal con los días de descanso de sus parejas.

Han sido numerosos los ajustes que se han tenido que ir haciendo, para dar respuesta a las necesidades de todos los trabajadores, pero a juicio de la actual gerente de la empresa, Raquel Ruz, aún queda mucho por hacer. Considera que estas medidas de conciliación de las que ya gozan sus empleados no son mas que “un modelo de gestión empresarial basado en el sentido común, para que ambas partes se vean beneficiadas”.

En la actualidad y, en su lucha como mujer y como empresaria, Raquel ha sido la impulsora del proyecto para la creación de una guardería en el Centro Comercial Abierto de la ciudad, proyecto en el que se está trabajando.

Sin duda, todo un ejemplo de cómo un comercio minorista puede convertirse en todo un modelo de Empresa Socialmente Responsable.

Fuente: Boletín Informativo Responsabilidad Social 02/2009